"Si mi sonrisa mostrara el fondo de mi alma,
mucha gente, al verme sonreír, lloraría conmigo."
(Kurt Cobain)
Somos humanos. Los humanos tienen sentimientos y reaccionamos en función de ellos. Es algo natural pero no lo consideramos normal y, en consecuencia, tratamos de ocultar nuestras reacciones para que los demás no piensen mal o se lleven una mala impresión de cómo somos.
Los sentimientos son algo que no podemos evitar, conviven con nosotros. Cada día, cada hora, constantemente, estamos recibiendo estímulos que nos hacen reaccionar. La mayoría procuramos esconderlos. Por ejemplo: cuando estamos tristes intentamos ocultar las lágrimas para que nadie vea cómo lloramos. Si estamos viendo una película de terror, no queremos dar señales de que tenemos miedo para parecer valientes. Es decir: Vivimos ocultando lo que sentimos para aparentar ser alguien “normal”. Además de ser absurdo es realmente antinatural e ilógico.
Le damos demasiada importancia a lo que puedan pensar de nosotros e intentamos dar una determinada imagen ante el resto de personas. Pero esa imagen que queremos transmitir es un estereotipo de lo que nosotros mismos pensamos que debemos ser. Nadie ha dicho jamás que reaccionar a lo que sentimos sea malo o no esté bien visto y, en caso de que haya sido así, pienso que esa persona tenía un gran problema. Es como si alguien dijera que si estás en un grupo de personas y te dan ganas de orinar, no pudieras ir al baño porque está mal visto y los demás pueden pensar que orinas demasiado. Menuda tontería ¿no? Del mismo modo lo es pensar que si algo te hace gracia no puedes reír o que si sientes tristeza no puedes llorar. Vuelvo a repetir que me parece absurdo, más lo hacemos.
Una persona que se ríe por cualquier cosa se está arriesgando a que los demás piensen que parece tonto.
Cuando lloramos en público nos exponemos a que opinen que somos unos sentimentales de lágrima fácil.
Si sentimos la necesidad de hacer algo por alguien, estamos dando pie a que los demás crean que nos involucramos demasiado y si no lo hacemos pueden creer que somos unos desalmados sin valores.
Le damos demasiada importancia a lo que opinen de nosotros y ninguna a lo que realmente somos. ¿Por qué debemos vivir disfrazados? ¿Que puede pasar si lloro cuando estoy triste o si me rio hasta de mi sombra? ¿Nadie me aceptará por reaccionar con naturalidad? Creo que debemos empezar a dejar de lado las ideas que nos limitan y comenzar a aceptar la realidad de lo que somos. La vida es menos complicada de lo que pensamos.
Una vez más opino que la clave está en la consciencia, en conocernos y amarnos a nosotros mismos. Si tienes claro como eres, quien eres y te aceptas así, automáticamente estarás desechando el miedo a lo que piensen de ti, ya que la única persona que realmente es importante, la única opinión válida, será la de quien te ama, es decir, tu propia opinión.
Intentemos ser coherentes con nuestra condición humana, seamos naturales, seamos prácticos y démonos la oportunidad de ser como somos, sin escudos pesados que nos protejan de algo que no existe, sin actuaciones absurdas para aparentar ser lo que no somos.
Llora, ríe, ten miedo, involucrate, en definitiva: Siéntete un Ser Humano, es lo más sencillo y lo más natural.
J.M.G.G.
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