¿Y TU?

   Siempre nos han dicho que ser egoísta es malo, y es cierto cuando con ello hacemos daño conscientemente a otra persona. El respeto a los demás es una norma moral que todos deberíamos cumplir para, así, poder exigir ese mismo respeto hacia nosotros. La cuestión es ¿Qué pasa si antes de pensar en los demás lo haces en ti mismo? ¿Es una actitud egoísta? ¿Estamos haciendo bien si nos respetamos a nosotros mismos antes que a los demás? Según esas enseñanzas no, y por eso en muchas ocasiones nos sentimos mal anteponiendo nuestro bienestar o nuestros intereses a los del resto.

   Cuando una persona tiene muy enraizada la creencia de que hay que pensar en el resto antes que en uno mismo, es muy difícil que esa persona pueda realizarse personalmente y raramente conseguirá el éxito. En su cabeza se creará una contradicción, no podrá explicarse por qué no puede conseguir su objetivo si está haciendo lo que aprendió, lo correcto, si no está siendo egoísta. Creerá que la vida es injusta y que nada le sale bien a pesar de ser buena persona y pensar en los demás antes que él mismo.

   Para lograr lo que te propongas deberás pensar en tí primero, no puedes hacerte cargo de nadie más si antes no te haces cargo de ti mismo. Esta actitud que, a priori, se puede calificar como egoísta, es lo más generoso que puedes hacer hacia todo aquel que realmente te importe. Solo si te sientes bien, si tu estado de ánimo y de bienestar es óptimo o cuando no tienes carencias que te puedan angustiar, podrás dar todo de ti para dar lo máximo a los demás. De lo contrario, por más que quieras dar, solo recibirán un mínimo porcentaje.

   Cuando compras un coche, lo cuidas y lo mantienes lo mejor posible. Es algo muy valioso para ti, pero ¿es esa tu posesión más preciada? Cualquier pertenencia puede ser más o menos valiosa pero si lo piensas bien hay algo mucho más valioso que todo lo que puedas imaginar. Tú.

   Sin ti nada tiene sentido, por esa razón debes cuidarte y mantenerte como la posesión más valiosa que tienes. Si lo haces con un coche, con una casa o con un teléfono móvil ¿Por qué no lo haces con tu vida?

   ¿Por qué pensamos que es malo pensar en uno mismo? Llenamos nuestras agendas con tareas, compromisos y deberes. Incluso nuestro tiempo libre lo tenemos programado con viajes, comidas o actividades ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que te tomaste un día realmente libre? Todos necesitamos algún día para nosotros, sin pensar en nadie más, haciendo lo que realmente nos apetece. ¿Serías capaz de pasar un día así sin sentirte mal?

   El egoísmo es malo o bueno dependiendo de la interpretación que le queramos dar a la palabra. Personalmente creo en el egoísmo positivo. Respetarse a uno mismo es primordial para tener respeto por los demás. Desear y conseguir lo mejor para ti es el primer paso para ponerte manos a la obra con los deseos y el bienestar de los que te rodean. Pensar en ti mismo no es nada malo cuando el resultado es la estabilidad necesaria para pensar en los demás. Este egoísmo es una actitud tremendamente generosa hacia el resto de personas que queremos e incluso hacia los que desconocemos.

   Te mereces dedicación, quererte y pensar en ti. No solo te lo mereces sino que lo necesitas tú y los que te rodean.

   Quererse no es de egoístas, no es malo.

   J.M.G.G.