Todos hemos tenido algún momento en el que, por alguna razón, nos hemos enojado. El enfado es una emoción normal. Reaccionar ante algo que no nos gusta es natural y es parte de nuestro sistema de emociones.
Al igual que otros
sentimientos, el enfado es una característica que no nos gusta expresar en
público. Cuando ocurre algo que nos molesta o nos duele, tendemos a poner buena
cara para que nadie se de cuenta de lo que estamos sintiendo. Es como si pensáramos
que no tenemos derecho a expresar que estamos molestos con algo o con alguien.
La manera más común
que tenemos para afrontar un enfado es, como he dicho, disimular e intentar que
nadie se de cuenta. Pero esto no hace que el enfado desaparezca, lo que estamos
sintiendo sigue instalado en la mente y no se borra con el solo hecho de que
nadie sepa nuestro estado de ánimo. El mal estar que sentimos se acumula dentro
de nosotros. Muchas personas sufren dolor de cabeza, trastornos, bajada o
subida de tensión sanguínea u otros tipos de síntomas después de un episodio de
enojo. No solemos achacar estas molestias físicas a nuestra emoción pero están
relacionadas.
La cosa se agrava
con el tiempo, ya que estas tensiones que guardamos dentro de nosotros se van
acumulando haciendo que esos dolores se conviertan en algo habitual y crónico.
¿Por qué no nos
gusta que los demás sepan que estamos enfadados? Seguramente la razón es la de
evitar conflictos, el miedo a romper la armonía y a que el enfado aumente aún
más. Si lo que nos molesta es provocado por un ser querido, tratamos de que
este no descubra nuestro enfado para que no se sienta mal. Nuestro
comportamiento se encamina a lo que los demás puedan pensar o sentir, pero en
ningún momento pensamos en el daño que nos hacemos a nosotros mismos guardando
el enfado dentro.
Igual que otras
emociones, sentirlas y sacarlas es muy importante. Pero si hablamos de un
enfado, esto se convierte en algo un poco más complicado. ¿Cómo le decimos a
alguien que nos hemos enfadado con él sin que se sienta o reaccione mal? El
enfado es una emoción negativa y, como tal, lo más importante es sacarla de
nuestro interior para que no nos haga sufrir.
Es fundamental
expresar lo que sentimos y lo que nos ha hecho daño. Si no queremos o no
podemos decírselo al causante de nuestro enfado, lo podemos hacer en privado a
nosotros mismos. Dilo como si se lo dijeras a esa persona, dile que estas
enfadado, que estas alterado, que lo que te ha hecho te ha sentado mal, etc.
Dile todo lo que te gustaría decirle hasta que esa emoción desaparezca y notes
que te ha salido de ti.
A veces la persona
con la que nos enfadamos es uno mismo. Si es así dite todo lo que te ha hecho
enojarte así y libérate.
No podemos acumular
negatividad en nuestro interior, es importantísimo estar en paz con los que nos
rodean y, aun más, con nosotros mismos. El simple hecho de expresar lo que
estamos sintiendo nos da paz y, en consecuencia, serenidad y calidad de vida.
“Aferrarse a la rabia es como agarrar un
carbón ardiendo con la intención de tirarlo a alguien: eres tú quien se
quema.” (Budha)
J.M.G.G.
Muy bueno , es cierto es muy bueno poder expresar lo qué sentimos , muchs gracias saludos !
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