¿Qué entendemos por humildad? Esta cualidad humana contiene muchos significados dependiendo del punto de vista con el que lo miremos. Si dicen de ti que eres una persona humilde ¿Como te sientes? Muchas personas, entre las que me incluyo, nos sentimos orgullosos cuando alguien opina que somos humildes pero, como ya he dicho, este calificativo se puede interpretar de varias maneras.
Una persona cuyo lujo más valioso es vivir, que tiene un trabajo que le aporta el dinero justo para subsistir o que viste de la manera más sencilla, es alguien humilde, no hay duda de esto. Pero estas características no son precisamente positivas, entonces ¿por qué ser humilde lo vemos como algo positivo? Si tengo una capacidad que me hace destacar, si tengo un trabajo que me permite vivir cómodamente, si mi vestuario es elegante o menos sencillo ¿Merezco el calificativo de humilde? ¿Es la humildad un sinónimo de pobreza? ¿No se puede ser humilde si destacas en algo?
Creo que estamos confundiendo el concepto de humildad o, mejor dicho, le estamos dando muchos significados distintos a la misma palabra.
Imaginaos que alguien tiene una creatividad enorme. Pinta bien, su voz es melodiosa, toca un instrumento musical y además es capaz de diseñar y confeccionar ropa bellisima. Si en una conversación, esta persona reconoce su valía en público, con mucha probabilidad se la calificará de prepotente, egocéntrica, etc. Pero él puede hacerlo porque el talento que posee es un hecho. Esta persona ¿tendría que esconder sus virtudes para ser considerada humilde? Pienso que no es justo que sea así. Si soy bueno en algo debería poder reconocer que lo soy sin ser juzgado de nada. Quizás estemos convirtiendo la humildad en lo que no es. ¿Cúal es el argumento para no considerar humilde a alguien que destaca en algo? Lo que conseguimos es cohibirnos, no nos mostramos tal y como somos por el miedo a ser tachados de prepotentes. Se podría decir que preferimos ocultar nuestras virtudes para ser políticamente humildes.
Lo considerado como una actitud correcta, en realidad es algo que nos limita la libertad de ser como somos. Esto ocurre, a mi entender, debido a la falta de autoconocimiento.
Todo el mundo tiene cualidades en algo, somos buenos en algún aspecto, destacamos o tenemos una característica que nos hace distintos y especiales. El problema es que no está bien visto que sea uno mismo el que lo reconozca. Deberíamos deshacernos de esta idea absurda. Nadie está mas autorizado que uno mismo para valorar sus virtudes y criticar sus defectos.
Al autoexaminarnos encontraremos esas cosas buenas que nos caracterizan, eso en lo que somos realmente buenos. Una vez seamos conscientes, os animo a compartir este descubrimiento con las personas cercanas sin miedo a ser juzgados de prepotencia.
No hace falta destacar en aspectos relevantes, cualquier cosa que se nos de bien es merecedora de ser mencionada sin reparos. Todo el mundo dispone de excelencia en algo.
No hay que confundir el reconocimiento de nuestra valía con presumir de esta. Considero que aquí está la diferencia entre la humildad y la prepotencia. Más aún cuando se presume de cualidades falsas o de atributos que no se poseen.
Cuando somos capaces de admitir lo bueno que tenemos y usamos esas cualidades para ayudar o tratar de que los demás se beneficien de ellas es cuando estamos siendo humildes. La sencillez y la humildad es una cualidad que se magnifica cuando somos conscientes de todo lo bueno que podemos ofrecer al resto de personas, pero para esto es fundamental conocer nuestras virtudes y no avergonzarnos de tenerlas.
De la misma forma que todos destacamos en algún aspecto y no hay nada malo en admitirlo, debemos ser muy conscientes de las carencias que todos tenemos. Debemos asumir y tener claro que hemos de mejorar en muchos aspectos de la vida y que tenemos la oportunidad de aprender de las personas que disponen de esa virtud que no tenemos tan acentuada. Esta es otra demostración de humildad.
En ocasiones nos enfadamos si nos dicen que no somos buenos en algo. Incluso siendo cierto que no lo somos nos sienta mal. Cuando somos conocedores de lo que somos y de las capacidades que tenemos o de las que carecemos, cuando nos aceptamos como somos: ya no nos sentará mal que nos recuerden nuestras carencias. Ya sabemos que es así o, en caso contrario, podemos agradecer que nos lo digan para remediar ese aspecto negativo si lo vemos necesario.
Aceptar las críticas también es propio de la humildad.
Ser humilde es conocerte a ti mismo, reconocer todo lo bueno que hay dentro de ti y todo aquello de lo que careces o que puedes mejorar.
Hay algo en ti que te hace grande. Reconocerlo y compartirlo te hara, además, humilde y generoso.
No escondas la grandeza de tu humildad.
J.M.G.G.