Que buena suerte tienen algunos ¿Verdad? Seguramente todos conocemos a alguien que lleva una vida que consideramos envidiable. Nos da la sensación de que todo le sale bien, que la fortuna se ha aliado con esa persona, que tiene una suerte inmensa. Pero solo vemos la superficie, la punta del iceberg. Eso que vemos lo calificamos como bueno y lo atribuimos a la suerte sin conocer más detalles. Detrás de alguien afortunado existen elementos que contribuyen a que esa fortuna se produzca. El trabajo y la actitud para conseguir los objetivos que desean son los ingredientes secretos, los que no vemos, los que ignoramos. Este desconocimiento nos hace pensar que es la suerte la que posibilita que pueda vivir de esa manera, pero a la suerte, a veces, hay que ayudarla para que llegue a nosotros.
No podemos negar que la suerte está formada, en parte, por algo de azar y circunstancias que no podemos controlar. Pero no es justo ni lógico atribuir el triunfo o el éxito exclusivamente a la suerte.
Como he dicho, la actitud es fundamental. Cuando esta es positiva, actúa como una especie de imán que atrae las buenas vibraciones. Sobre todo en momentos de dificultad donde, el optimismo, es un arma letal para estos tiempos difíciles. Atu más si cargamos ese arma con munición de lucidez y tenacidad en el trabajo.
La persona con buena suerte no responsabiliza a los demás por sus actos, acepta su parte de culpa y se encarga de buscar el remedio para reponer el daño o, en su caso, aprende para no volver a cometer el mismo error. Además de esto, nunca se esconde ni se avergüenza de sus equivocaciones, más bien hace lo contrario y agradecen la oportunidad que tiene de aprender.
Quererse a sí mismo le da la motivación suficiente para mantener la firmeza que le conduce a su meta. Perseverar para conseguir sus objetivos y no cesar en su empeño. Como se suele decir “Quien la sigue la consigue”. Los que ignoran esta perseverancia y tenacidad achacan los logros a la fortuna. No tienen ni idea de las dificultades y el tiempo que ha podido dedicar a tener tanta suerte.
Hace poco leí que debemos dejar la idea de “Ver para creer” y cambiar ese concepto por el de “Creer para ver”. La imaginación y la capacidad de soñar despiertos son cualidades propias de esas personas a las que la suerte les suele sonreír.
La filosofía de vida la basan en el análisis y la construcción de sus vidas utilizando, lo que han ido aprendiendo con la experiencia como materiales consistentes para que esa obra sea fuerte a la vez que acogedora. No clasifican lo que sucede en hechos propios de la buena o mala suerte sino en vivencias que pueden utilizar para seguir creciendo, momentos que la vida les regala para avanzar hacia lo que otros calificarán como un golpe de suerte, sea del tipo que sea.
La vida no es un sorteo ni una rifa en la que ganamos o perdemos dependiendo de la suerte o del azar. Pensar así solo contribuirá a lamentarnos por no ser agraciados con algo bueno y vivir contínuamente a la expectativa, esperando que nos llegue lo que deseamos por medio de alguna gracia divina.
Debemos ser realistas y vivir sin esperar nada y sí, por el contrario, buscando ese premio que tanto deseamos.
Disponer de la consciencia necesaria para poner en marcha las actitudes que nos conduzcan al éxito es la mejor manera de conseguir el premio final.
Tienes buena suerte porque estás vivo, ahora disfruta de tu fortuna conscientemente.
J.M.G.G.
Gracias. Tu percepción de lo que es la suerte, no ha podido ser mejor explicada. Deseo que sean muchos los que lo lean en su momento. Mucho éxito y cuídate.
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