Confundimos el amor con la necesidad y es algo común en la mayoría de personas ya que desde que nacemos estamos necesitando amor, saciado por la madre. La dependencia de la madre es vital tanto para cubrir la necesidad de alimento como la de amor, ambos igual de necesarios para la supervivencia de un bebe, pero este nunca podrá aportar amor a su madre, es ella misma la que está llena de su propio amor. El niño, al no ser consciente, no puede darlo, por lo tanto es totalmente dependiente de su madre. Al crecer seguimos necesitando cubrir nuestras necesidad de amor y buscamos esa persona que nos lo proporcione.
El amor nunca puede ser una necesidad, cuando es así no es amor. El amor no se busca, no se consigue, sólo se da y cuando se hace es de una manera incondicional. En una relación de amor, este no se transfiere. Es un estado de las personas y no se puede manipular. Por lo tanto eso que estamos buscando en otra persona lo llevamos dentro pero nos falta la madurez necesaria para encontrarlo sin recurrir a la búsqueda en otro.
Cuando amamos a alguien, esa persona no es la que nos produce el amor, ya que, de ser así sólo podríamos amarla cuando estuviésemos con ella y al irse dejaríamos de hacerlo. Pero el amor continúa, no desaparece. El amor no es algo material y no nos lo proporciona nadie, es algo que llevamos dentro cada uno de nosotros. Solo amamos, el amor está en nosotros y lo regalamos sin que nos lo pidan.
Al depender de alguien para conseguir amor no somos felices, es imposible porque estamos necesitando a otra persona que nos lo proporcione, la dependencia nos hace esclavos, estamos mendigando amor y estamos perdiendo la libertad. El amor no debe esclavizar sino todo lo contrario, es libertad.
Al depender de otra persona para recibir amor intentamos retenerla, para no perder la fuente que nos lo da y la relación se convierte en una lucha constante por retener al otro. Si la otra persona también necesita nuestro amor la dependencia es mutua y ambos haremos todo lo posible para que nos siga necesitando, intentaremos vender caro nuestro amor para que el otro se vuelva más dependiente de nosotros y así asegurarnos que seguirá mendigando ese amor falso que recibe.
Se es capaz de amar cuando somos conscientes de que ese amor no es una necesidad, cuando se da sin condiciones. Cuando se ama así, el amor sale de uno mismo, somos capaces de amar por nosotros mismos, no necesitamos de un amor que ya estamos generando nosotros.
El que no tiene amor tiene que pedirlo, al que ya lo posee por el mismo no le hace falta buscarlo. Si dos personas que carecen de amor, se piden mutuamente algo que ninguno posee, es obvio que al final los dos acabarán decepcionados. Los dos esperábais que el otro saciase vuestra necesidad pero los dos estáis vacíos de amor. Ahora sois dos necesitados pero juntos. Siguen careciendo de algo que ignoran que poseen en su interior.
Una persona llena de amor no se enamora, no necesita ese amor, lo que hace es que asciende a un nivel de superior, lo da sin esperar recibirlo, lo entrega sin condiciones y agradece que la otra persona lo acepte y no espera que ser correspondido, no lo necesita, es algo maravilloso.
Si dos personas colmadas de amor se relacionan se produce una gran paradoja y es que están juntos pero a la vez están muy solos. Los dos casi forman un solo ser gracias al amor que se regalan el uno al otro, pero de la misma manera son más libres, no necesitan de otra persona que les surta de amor, esa libertad también es fomentada por el propio amor que se están dando mutuamente. Tan juntos pero tan libres, es curioso.
De la misma manera no podemos caer en la necesidad de entregar nuestro amor a toda costa, debemos ser conscientes de que no necesitamos un amor que llevamos dentro, pero si necesitamos ser libres y por lo tanto nadie puede exigir nuestro amor a cambio de nuestra libertad. Entregamos amor pero nadie puede obligarnos a darlo. Somos libres.
El amor es una cualidad fundamental del ser humano. Cuando se ama con el propósito de que la otra persona sea libre es que se ama de verdad. El amor no es una moneda de cambio, no se puede exigir pero si se puede regalar. El que ama de verdad siempre regala amor.
J.M.G.G.
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