PAGANDO ERRORES

   Hoy necesito pedir perdón, perdón por no haber sabido reaccionar a tiempo. Cuando lo hice ya era tarde para ti. Ahora soy yo el que debe pagar las consecuencias de mi error, el error de no haber despertado antes.

   Las equivocaciones se pagan y yo las estoy pagando muy caras pero, lo que más me duele no son las consecuencias de mi falta de valor para enfrentarme a quien no te convenía. Esa es la razón por la que ahora estás actuando mal y has de tener consecuencias. Es por eso que te pido perdón.

   Cuando te recuerdo aun veo esa personita inocente que me llenaba de orgullo cada vez que demostrabas la nobleza, que se que sigue estando en ti. Pero ahora no te reconozco, el odio no te deja ser tú, me siento culpable de no enseñarte a amar y es por eso que te pido perdón.


   Por el amor que te tengo debo dejar que pagues tus errores como yo estoy pagando los míos. Sólo pido que la vida sea capaz de enseñarte lo que yo no supe. Ruego por que aprendas que la vida no se basa en lo que otros quieran que veas, sino en lo que tú mismo seas capaz de aprender de tus propias experiencias.

   No me queda más que aceptar tu odio, lo asumo y te libero de mi si eso hace que vuelvas a ser como eres, jamás te reprocharé nada porque he aprendido que el amor no admite reproches. Lo que si te pediré siempre es perdón por la parte de responsabilidad que me corresponde, que se que es mucha, pero, por mi dignidad, no cargaré con la responsabilidad de otras personas intolerantes que descargan su rabia a través de ti.

   No puedo vivir supeditado a tus propios errores, eres mayor y crecer conlleva asumir la responsabilidad de tus acciones, me duele en el alma pero debe ser así. Lo que sí puedo es estar disponible cuando necesites mi ayuda, esa no te faltará si el orgullo te permite pedirla.



   Parte de mi corazón siempre será tuyo a pesar de todo pero, debo ser consciente de mi vida, de que en ella existen más personas que tienen mi amor al igual que tú y con las que no me puedo permitir cometer los mismos errores que cometí contigo. Con ellos aún estoy a tiempo y lo haré porque estoy aprendiendo de todo el dolor que hoy siento.

   La vida sigue para los dos, irremediablemente las cosas son como son y no como quisiéramos, por eso lamentarse no sirve de nada. Un buen día decidí como quería que siguiera siendo mi vida, con aciertos que disfrutaré y errores que pagaré. No se si lo hice de la forma correcta, en todo caso, como he dicho, pagaré las consecuencias de la misma manera que tendrás que pagarlas tú si te equivocas.



   Solamente puedo decirte que te seguiré esperando hasta el día que deje de respirar para siempre e, incluso después de ese día, esté donde esté, seguiré esperando esto que ahora te estoy rogando: PERDÓN.

   No quieres mi amor pero ofrecerlo es solo decisión mía y siempre lo tendrás si lo necesitas.

   J.M.G.G.