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miércoles, 20 de enero de 2016

ALGO MAS QUE PALABRAS



    Los humanos poseemos una cualidad que ningún otro ser vivo posee: la palabra. Somos capaces de comunicarnos mediante un código de sonidos que es el lenguaje. Más allá de la fonética o las reglas de comunicación, el hecho de poder hablar y usar las palabras quiere decir que tenemos la cualidad de transmitir nuestros sueños, sentimientos o emociones a través de ellas.

   El poder de la palabra es algo que podemos considerar positivo pero, de la misma manera, puede ser algo dañino. Una persona puede ser capaz de manipular a través de la palabra. Tanto es así que puede llegar a convencer y movilizar a grupos, comunidades o naciones enteras solo con el poder de sus discursos. Podemos recordar como una persona normal y corriente logró llevar al mundo entero a una guerra mundial y a exterminar a millones de personas a base de hacer creer a toda una nación que lo que decía era la única verdad. Un gran país como Alemania quedó hipnotizado ante las palabras de Hitler. Es la prueba de lo perjudicial y dañinas que pueden llegar a ser las palabras mal usadas.

Resultat d'imatges de HITLER CONVENCER HABLANDO

   Nuestra atención es captada por las palabras, son capaces de cambiar nuestra mente y lograr que creamos lo que nos dicen. Si, constantemente, alguien nos repite que somos inútiles y que no somos capaces de hacer nada bien, llegaremos al convencimiento de que realmente es así, lo interiorizamos y viviremos con esa creencia. Es muy complicado que esta desaparezca.  De la misma forma si nos relacionamos con otra persona que, a través de la palabra, nos hace saber lo contrario: que somos capaces de lo que nos propongamos y que somos totalmente válidos, esas palabras conseguirán que cambie nuestra creencia hacia nosotros.

   No somos conscientes del arma que poseemos con el don de la palabra, un arma que puede hacer mucho daño a los demás y también a nosotros mismos. Un insulto a alguien cercano hará daño a esa persona pero, indirectamente, también actúa en mi contra ya que genera indignación y rechazo del insultado hacia nosotros. Expresarse cuando estamos enfadados o molestos puede dar lugar a utilizar palabras que nos harán daño tanto si son usadas contra otra persona como si es hacia nosotros mismos, además generar una reacción similar en los demás o agravar nuestro estado.

Resultat d'imatges de LA PALABRA HACE DAÑO

   Otro ejemplo del mal uso de la palabra son los rumores y el cotilleo. Crecemos viendo cómo a nuestro alrededor los adultos cotillean y hablan de unos y otros, por lo que terminamos considerándolo algo normal. Cotilleando o chismorreando nos relacionamos con otras personas, forma parte de nuestra sociedad humana. Esta forma de usar la palabra es fruto de la miseria que, en general, sufrimos los humanos y como  dice el dicho “ a la miseria le gusta estar acompañada”.

   Una crítica, un cotilleo o una información negativa se transmite y se propaga como un virus a través de la palabra. Es un virus que nos afecta a todos y del que nadie es inmune, no existe vacuna que pueda parar una información errónea o una calumnia hecha con ánimo de hacer daño.

Resultat d'imatges de HABLARNOS A NOSOTROS MISMOS

   Nos hablamos a nosotros mismos diciéndonos cosas como “estoy horrible”, “no voy a ser capaz”, “estoy gordo”, etc. No somos nada conscientes del daño que nos hacemos si nos decimos esas palabras. Las creemos y nos convencemos de que es así. El Ser Humano tiene la imperiosa necesidad de conocer el verdadero poder de la palabra y usar este don para su beneficio. Esto comienza por uno mismo. El amor que sentimos hacia nosotros mismos es equivalente a las palabras que pronunciamos. Si nos decimos que somos maravillosos, buenas personas, que nos queremos y nos amamos, nuestra mente logrará creer que es así y eso se verá reflejado en el trato al resto de las personas con las que convivimos en nuestro día a día.

   La palabra tiene poder, intentemos sacar todo el beneficio a este privilegio humano.

   J.M.G.G.

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