¿Pensáis que somos libres? Vivimos en un país libre, o eso nos han dicho, pero dentro de cada uno de vosotros ¿Consideráis que tenéis libertad? Mi opinión es que tenemos la creencia de que así es pero que, en realidad, no somos en absoluto libres. Tenemos la posibilidad de serlo pero no estamos preparados y por lo tanto seguiremos estando en este estado de libertad idealizada pero que no es real.
Lo más paradójico de esto es que nadie nos impide ser libres, somos nosotros mismos los que ponemos los barrotes a nuestra celda desde el momento en que dejamos de ser nosotros mismos para ser lo que nos han dicho que seamos.
Los Seres Humanos tenemos la cualidad de razonar y es lo que nos hace diferentes del resto de animales pero, sin embargo, disponemos de menos libertad que ningún animal. Esto no es así desde que nacemos, ya que al venir al mundo es el único momento que disponemos de total libertad, a partir de ese momento todo son aprendizajes, ritos y creencias que adquirimos a medida que vamos creciendo. En los primeros años de vida jugamos, reímos, nos atrevemos a probar cosas, a experimentar y nada nos da miedo. Nacemos salvajes y nos vamos domesticando conforme nos enseñan qué hacer, cómo actuar o qué creer. Perdemos la libertad con la que nacemos y crecemos siendo como quieren que seamos, no como somos realmente.
No podemos culpar a nuestros padres o maestros de que perdamos la libertad. Ellos nos han enseñado a ser como ellos porque es como saben ser, lo aprendieron y lo harán igual con nosotros. Somos víctimas de las normas y creencias aprendidas, pero hemos de ser conscientes de que ser como debemos no es ser como somos. Un esclavo podía ser el hombre más cumplidor, más servicial o más trabajador pero, eso no le hacía un hombre libre, seguía estando al servicio de su amo, no podía ser él mismo a pesar de cumplir todas las normas impuestas y estar bien considerado por los señores. Podría ser premiado con cumplidos o conseguir vivir más cómodo pero nunca sería libre mientras alguien le dijera lo que debía hacer, cómo había de hacerlo y cuándo. Nosotros somos nuestros amos y a la vez esclavos de nosotros mismos bajo las normas impuestas por nuestras creencias.
Debes entender que la libertad empieza en tí, conociéndote y sabiendo quien eres. Esto solo es posible si dejas de mirar al pasado y el futuro no te vuelve a preocupar, vuelves a ser tú en el momento presente, sabes que no eres el de ayer ni el de mañana. Vuelves a ser un niño libre y salvaje. Eres capaz de reír y de jugar, de hacer lo que tu forma de ser te dicte. Eres libre en el presente. Todos somos niños que hemos perdido la libertad y nos han domesticado.
Cuando somos capaces de entender esto ya no tenemos ninguna razón para sufrir, somos conscientes y nos damos cuenta que muchas de las enseñanzas, que se convirtieron en creencias durante nuestra vida, no son verdad. Hemos de ser capaces de manejar nuestra mente y nuestro cuerpo para poder vivir nuestra propia vida sin el corsé de las creencias impuestas por tradición.
Para conseguir la libertad tenemos que dejar atrás nuestros miedos. Cada miedo que vamos superando nos hace un poquito más libres. Si controlamos nuestras emociones y no dejamos que el miedo se apodere de ellas estaremos ganándole la batalla a la inconsciencia, aprendiendo a conocernos y descubriendo el camino a la libertad. No es nada fácil llegar a ser libres pero conseguirlo depende solo de nosotros.
La abolición de la esclavitud mental es posible en este momento y este momento lo vemos solamente si somos conscientes de nuestra esclavitud.
J.M.G.G.
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