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martes, 29 de diciembre de 2015

HUMANO COMO LOS ANIMALES.



   Hace unos días, conversando con una persona con la que me encanta hablar, esta me dijo que en ocasiones piensa que los perros son seres más inteligentes que nosotros los humanos y, analizándolo, creo que, en cierto modo, tiene razón. Jamás verán a dos perros, o a cualquier otra especie animal, ir a una guerra entre ellos. Puede que el instinto los lleve a una pelea de manera individual pero jamás verán a todos los perros luchando unos contra otros por ninguna razón o discriminando los de una raza o los de otra. No son tan necios como los humanos.

   Esto se debe a que no paramos de acumular ira en nuestro interior hasta que no cabe más y rebosa al no poder reprimirla por más tiempo. Cuando esto ocurre explota la guerra a mayor o menor escala, surge el conflicto con otra persona u otro grupo que tampoco admite más rencor o ira en su interior.

   La represión de los sentimientos es perjudicial para el bienestar emocional. Cuando reprimimos lo que sentimos en realidad estamos llevando una vida que no se corresponde a lo que somos. dejamos de realizar muchas cosas que nos gustarían por el miedo a sentir algo que no nos gusta y así acabamos actuando como una persona que no somos.

   Desde pequeños nos han enseñado a controlar las emociones y no a transformarlas, que son cosas distintas. Con el control lo que conseguimos es reprimir y en la transformación dejamos que las emociones fluyan sintiéndolas con plenitud hasta el final, en el que desaparecen solas.

  Estamos muy enfadados y salimos a hacer deporte, a correr o caminar. Si al llegar a casa observamos lo que estamos sintiendo, nos daremos cuenta que la ira ya no es tanta o incluso puede que haya desaparecido. No lo hemos reprimido ni controlado y, por supuesto, no la hemos proyectado contra nadie. Hemos conseguido transformar la ira a través del ejercicio físico. Esto lo podemos hacer así o subiendo a un mote a gritar, llorando amargamente o dando puñetazos a la almohada, pero nunca contra otra persona.


   Si usamos ese enfado en contra de otra persona, estamos fuera de nosotros, dejamos que nuestra inconsciencia hacia lo que estamos sintiendo, pueda desencadenar una cadena de ira en el caso de que, ese en quien estamos proyectando la rabia acumulada sea tan inconsciente como nosotros. Esta persona hará lo mismo y, de esta forma se generará un conflicto que nace de la inconsciencia mutua. Esto es lo que provoca tanta violencia, agresiones o guerras. Reaccionamos de una forma inconsciente a lo que sentimos. Debemos transformar los sentimientos desde la conciencia de lo que estamos sintiendo.

   Si ponemos una barrera a las emociones para que no nos afecten estaremos encerrándonos para defendernos de los malos sentimientos pero, también lo estaremos haciendo de los buenos. Así no nos afectará un insulto pero, de la misma manera, tampoco lo hará un abrazo, un beso y un halago. Nos estamos haciendo impermeables a la ira y también al amor. Un coste muy elevado e inútil.

   La sociedad nos ha enseñado el control y la censura desde niños. Todos, cuando éramos pequeños y de mayores, nos hemos controlado al sentir que nos habían dicho que algo estaba mal, aprendimos de la censura, nos enseñaron a reprimir, a evitar las emociones y esto, ha acabado convirtiéndose en un hábito a lo largo de nuestra vida y lo hacemos inconscientemente.

   La conclusión: No menospreciemos la inteligencia de los animales, emocionalmente son más inteligentes que nosotros y deberíamos aprender algo de ellos. Si dos perros pelean es porque son inconscientes de lo que hacen, es su instinto.


  La conciencia nos hace humanos, usémosla y no seamos animales. O si.

   J.M.G.G.

 

   

 

lunes, 28 de diciembre de 2015

AMOR SIN COMPARACIÓN.



   Llegamos al trabajo y vemos que nuestro compañero se ha comprado un coche nuevo precioso. Vamos por la calle y nos encontramos con un viejo amigo elegantemente vestido acompañado de una chica muy guapa. Salimos a cenar con nuestra pareja y un amigo de ella muy apuesto la saluda efusivamente y con cariño porque hacía mucho que no se veían. ¿Qué sentimos en estos casos? Si la respuesta es que no sentimos nada en especial significa que estamos llenos de amor. Si por el contrario nos comparamos con esas personas y sentimos rabia por no ser como ellas o temor porque nos arrebaten lo que consideramos propiedad nuestra, esto es que estamos celosos.

   Los celos son comparaciones. La mayoría de las personas tenemos tendencia a compararnos con los demás y sentimos que esas personas están a un nivel superior a nosotros, nos auto menospreciamos. Esto es lo que origina los celos o la envidia.

   Pero pensemos qué nos proporcionan las comparaciones, es algo absurdo ya que cada uno de nosotros, los Seres Humanos, somos únicos e irrepetibles. No tiene sentido querer ser como otra persona así como pretender que otras personas sean como nosotros. Esto no pasará nunca por más que lo intentemos.


   En cuanto a los celos, pienso que amar a una persona debe ser suficiente para estar seguros de que no nos cambiará por otra. No necesitamos malgastar nuestra energía en algo que si sucediera no podríamos impedirlo ni evitarlo. Cuando aparecen los celos el amor no existe, es otro sentimiento, que puede llamarse atracción sexual, posesión o como queramos, al que estamos disfrazando de amor.

   Luchar por ser más guapo, más elegante, tener un nivel de vida más alto o mantener a nuestra pareja a nuestro lado significa mantenernos en una lucha eternamente, en la que solo nos importa conseguir el éxito, una victoria que nunca alcanzaremos ya que siempre tendremos a alguien del que estar celoso y descubriremos otro al que pretendamos alcanzar por considerar que está por encima de nosotros.

   Si miramos a nuestro interior y comprendemos que los celos nos están invadiendo, estos se hacen transparentes y conseguimos darnos cuenta de lo absurdos que son, la inutilidad de ese sentimiento. En el momento que entendemos esto los celos desaparecen y dejamos de gastar nuestra energía en evitarlos porque dejan de existir.

   Tenemos un concepto del amor y tenemos la certeza de que este significa exclusividad o posesión de la otra persona. Estamos equivocados. Al pensar esto estamos matando al amor. El amor es todo lo contrario, es libertad. Cuando amamos a alguien, la única manera de intentar que se quede a nuestro lado es dándole la libertad de que lo haga, ese es el verdadero amor.


   Pero ¿Por qué sentimos celos? Por miedo. Miedo a lo que vendrá, al mañana, Estamos preocupándonos de que la persona que amamos permanezca con nosotros en el futuro y mientras tanto dejamos pasar este momento que estamos junto a ella, estamos cambiando algo maravilloso como es vivir intensamente el amor con pasión y conscientes de lo que sentimos por una preocupación hacia algo que nadie sabe si pasará. El amor no se puede vivir con miedo.

   Cuando amamos a alguien nuestro objetivo es la felicidad de esa persona, entonces: si la esa o ese que amamos tanto encuentra a otro que le hace feliz y tratamos por todos los medios de retenerlo a nuestro lado ¿Estamos amando realmente? ¿No estamos contradiciendo nuestros deseos para esa persona amada? Probablemente es que lo que sentimos, en este caso, no sea amor. Si damos libertad para ser feliz, si somos coherentes con el amor que sentimos hacia alguien y dejamos que busquen su felicidad. Si la persona a la que amamos es conocedora de la libertad de la que dispone ¿Quien querrá irse del lado de una persona así?

   Los celos son ausencia de amor. Un buen amante jamás sentirá celos.

   El amor es un sentimiento tan extraordinariamente bello porque está lleno de libertad.

   J.M.G.G.

jueves, 24 de diciembre de 2015

JUEVES 24 DE DICIEMBRE DE 2015.



   Hoy, como no podía ser de otra manera, quiero hablar de la Navidad, de estos días especiales. Esta noche nos reunimos muchas personas a compartir mesa, a brindar y desearnos felicidad. Todo esto es fantástico pero alguno de vosotros no encontrará sentido a estos días, no entienden por qué tiene que ser así. Se preguntan por qué hoy y no cualquier otro día del año. Pues bien, quiero deciros que tienen razón.

   Es un día como otro cualquiera, es así. Para los creyentes tiene mucho significado pero hay personas que no creen y no ven nada especial, otras creen en la Navidad pero la falta de los seres queridos no les deja vivirla plenamente.

   Si lo analizamos, hoy solo es 24 de diciembre y mañana 25, solo eso, pero lo queramos o no, para la mayoría de la gente hoy es un día especial. Pongamos el caso de que sea lunes 23 de marzo y toda la familia decida reunirse a cenar, cantar y divertirse. ¿Por qué no hacerlo? Es una buena idea. Pues bien, hoy es un día tan bueno como ese 23 de marzo, aprovechemos que está ya está organizado para disfrutar de las personas y pasar un buen rato juntos, para vernos y hablar, para relacionarnos con los seres queridos que no vemos habitualmente, para acercar posturas con los que tenemos diferencias y para recordar a los que no están con nosotros.

   ¿Qué más da si creemos en la Navidad o no? Se trata de vivir un día más de nuestra vida y tenemos la oportunidad de tener la experiencia de vivirlo con alegría. ¿A quién no le gusta rodearse de personas queridas cualquier día del año? Pues hoy es un día perfecto para hacerlo. Adelante, si no encuentras el motivo en la Navidad, busca tu propio motivo pero vive un día bonito.

Resultat d'imatges de FELIZ ENCUENTRO

   A los que están tristes por estar lejos de la familia o a los que echan de menos las personas que ya no están entre nosotros les digo que la persona más importante de sus vidas sois vosotros mismos, está bien recordar, pero nuestra vida es única.

   Pensad en vuestros hijos, hermanos o amigos. Algún día moriremos, todo el mundo ha de morir y dejaremos a personas que amamos. Imaginaos que esas personas quedan en esta vida tan tristes por nuestra muerte que ya nunca celebran la Navidad o cualquier otra ocasión porque nos echan de menos. ¿Es eso lo que deseamos dejar el día que faltemos? Está claro que nos gustaría tenerlos hoy con nosotros pero la vida continua. Ellos faltarán hoy igualmente estemos tristes o alegres así que llorad por ellos y sentid su ausencia con plenitud pero seguir haciendo lo que a ellos les gustaría, seguir viviendo la vida lo más intensamente posible. Es la mejor manera de recordarlos.

Resultat d'imatges de felices fiestas

   En definitiva, hoy es Navidad y es así. A los que creemos felicidades y vivid conscientemente estos días sin miedo a hacerlo, con todos los sentidos, amaos, perdonar, hoy no volverá a repetirse en vuestra vida.
A los que no creen felicidades y vivid estos días como una oportunidad única de estar junto a las personas queridas, el motivo es lo de menos. Acompañar y vivir una experiencia que será irrepetible.
A los que perdieron la ilusión por estos días, felicidades y recordar a los que no están de la misma manera que si estuvieran, vivid este día intensamente en homenaje a ellos.

   A todos vosotros. Felicidades por vivir hoy, la fecha es lo de menos.

   J.M.G.G.

 

martes, 22 de diciembre de 2015

LA REALIDAD ES EL DESTINO. AHORA ES LA REALIDAD.



   Hoy os propongo que intentéis algo. Algo tan fácil como observar pero a la vez tan complicado como ser conscientes de lo que pasa en ese momento que estáis observando. Probad a mirar una tecla del teclado de vuestro ordenador o algún punto que tengáis a la vista, miradlo y observar todo lo que rodea a ese punto, despacio y con todos vuestros sentidos. Vivid este momento, concentraros entendiendo que es el único momento que existe en vuestra vida, no hay nada más. observad todo a vuestro alrededor, las personas, los objetos, los coches, las agujas de un reloj. Todo está ahí ahora pero dentro de un segundo ya no existirá.

   Nuestra vida es este momento. Cuando acabes de leer esto ya será pasado y no existirá nunca más por más que lo recuerdes. Puedes volver a leer este artículo pero no será lo mismo, la primera vez es parte de tu pasado, de tu vida pero en el recuerdo, ya no existe, solo existe este momento donde estás ahora, este preciso instante, el resto solo es recuerdo o imaginación.

   El destino es ahora y no donde nos lleva la vida. Dicen algunos que el destino está escrito pero no es así. El destino lo estamos viviendo en este momento y pasará de largo en cuanto comience el siguiente momento. Eso es la vida, momentos continuos y solo existe un destino que es el que está sucediendo en este preciso momento mientras estás leyendo esto.

Resultat d'imatges de ESTE MOMENTO

    Es hermoso ser consciente del momento en el que vivimos pero el ser humano no tiene la capacidad de estar consciente siempre, es una lástima pero es así, Por eso pienso que es muy importante hacer el ejercicio que os propuse de vez en cuando, cuantas más veces mejor, para sacarle todo el jugo posible a cada momento de nuestra vida.

   Algunos pensarán que soy otro de esos que viven pensando en locuras filosóficas que parecen que se han tomado algo raro y viven en su mundo de felicidad, pero la verdad es la que es y la verdad es que no existe más momento que este y eso no se puede negar, de la misma manera que no se puede negar que no somos conscientes de casi ningún momento de los que vivimos en nuestro día a día.

   Si habéis probado a hacer lo que os he propuesto y lo habéis hecho totalmente conscientes habréis podido comprobar que en el momento que estabais presentes no existían preocupaciones por lo que vendrá ni por lo que pasó, solo existía ese momento y eso es porque es así: solo hay un momento real y es ahora el resto está en nuestra mente y debemos darle el valor que tiene pero no más.

   No se el motivo por el que el ser humano no es capaz de ser consciente de la realidad en la que vive. No se si es por instinto de supervivencia heredado de nuestros ancestros o por afán de superación para conseguir metas, lo que si es cierto, en mi opinión, es que estamos pasando por alto muchos momentos de nuestra vida. Momentos maravillosos que no volveremos a vivir jamás y momentos malos que son desagradables pero que son parte de nuestro camino y que nos hacen aprender. Todos los instantes de la vida son únicos y si no los vivimos nos los perdemos.


   Solo os pido que probéis, sin miedo. No pasa nada por sentir, no hay que temer vivir con conciencia, ahora es el momento y si no lo vivimos... pluf!!! desaparece y no vuelve.

    Nadie puede ser consciente durante toda la vida y es una pena, por esa razón es que debemos intentar vivir de la forma más consciente lo máximo posible.

    Inténtalo, es maravilloso.

   J.M.G.G.







lunes, 21 de diciembre de 2015

ENFADARSE ES DE SABIOS.



   Cuando nos enfadamos estamos sintiendo una transformación en nuestro interior que tratamos de controlar para encontrarnos mejor. Intentamos evitarla y así volver a nuestro estado de normalidad, pero nos cuesta mucho hacerlo porque no llegamos a la verdad de nuestra ira. La verdad nos da libertad y la única manera de llegar a la verdad es sentirla, dejarnos invadir por ella.

   Usamos mucha energía para evitar la ira y nos damos cuenta que esa lucha no nos da el resultado esperado, seguimos molestos y enfadados y además esa energía malgastada nos frustra provocando más ira. el camino no es poner nuestra energía en contener la ira sino en sentir y conocer de donde procede. Si miramos dentro de nosotros descubriremos que no es ahí donde nace nuestro malestar, la ira no viene de nosotros.

   ¿Cual es el origen? El exterior, algo falso que la sociedad he inventado y donde nos vemos reflejados. La ira no nace de nosotros, repito. Una bofetada nos duele físicamente pero el enfado que sentimos procede del daño que nos hace en nuestro ego. el ego no es lo que somos, es lo que nos han hecho creer que somos.

   Llevamos toda la vida reprimiendo ese sentimiento de ira y se nos ha ido acumulando tanto que nos ha llenado de odio, de agresividad y de violencia y lo podemos ver en cualquier situación cotidiana en cualquier lugar. No transformamos esa energía, la acumulamos hasta que no podemos contenerla y la vamos descargando para poder dejar entrar más ira renovada de otras situaciones. Guardamos tanta ira en nuestro interior que incluso un sentimiento como el amor acaba intoxicado por ella.


   Nos han hecho creer que sentir ira es algo malo, de la misma manera que nos han enseñado que el sexo no es bueno. Son cosas totalmente naturales y reales que todo el mundo ha experimentado como humanos que somos. No logro entender por qué debemos controlar la ira como tampoco entiendo por qué debemos reprimir el sexo, el amor o el dolor. Todas son emociones y actos naturales que nos deberían ayudar a crecer como humanos. Si observáis a un niño pequeño, veréis que se enfada y llora con rabia pero que al minuto ese enfado se desvanece y vuelve a estar contento y saltando como si nada. Los niños son seres puros a los que enseñamos a ir reprimiendo sus sentimientos a medida que crecen con la intención de "evitar que sufran". No les estamos haciendo ningún favor.

   Sentir la ira no le hace daño a nadie, debemos sentirla y dejarnos llevar por ella, eso sí, sin proyectarla contra nadie ya que eso originaría aún más ira. Debemos sentirla en nuestro interior y descargarla en privado mediante ejercicio físico, gritando, dando puñetazos a la almohada o llorando, pero nunca dejar ese sentimiento dentro de nosotros porque nos hará daño si no llegamos a sentirlo hasta que se esfume.

   Hay personas a las que consideramos no violentas pero, ¿Son así en realidad? Puede que no demuestren sus enfados en un momento dado porque están reprimiendo ese sentimiento. ¿Qué pasará cuando no pueda acumular más ira dentro de sí? Estallará y será de una manera mucho más violenta. Sin embargo una persona que vive su enfado, lo sentirá de una forma consciente y plena hasta que pase. Una vez vivido ese sentimiento ya no forma parte de nosotros, no existe, no acumulamos ni reprimimos y somos seres más libres.

                      Resultat d'imatges de LA IRA ES NATURAL    Resultat d'imatges de LA IRA ES NATURAL

   No temamos sentir ira, no tengamos miedo a enfadarnos. Somos seres reales y la ira es real como nosotros, debemos vivirla.

   J.M.G.G.

jueves, 17 de diciembre de 2015

FUERA ME ENCUENTRO MEJOR.



   Nuestra mente es dinámica, nunca sentimos ni actuamos de la misma manera. Durante el día reímos, lloramos o nos enfadamos y dependiendo de la emoción que estamos sintiendo, nuestro comportamiento es distinto.

   Podemos definir a una persona como triste, pero hasta la persona más triste sonríe y la más alegre llora en alguna ocasión. Las emociones no permanecen estáticas y en función de lo que estamos sintiendo reaccionamos ante cualquier situación.

   Solemos decir que los sentimientos salen del corazón, pero el corazón es un órgano vital que bombea la sangre. Lo que sentimos, imaginamos y las emociones están en nuestra mente, por lo tanto cuando nos referimos al corazón, estamos haciéndolo a lo más profundo de nuestro ser, al centro de lo que somos.

   Es en el centro de nuestra mente donde surge la ira, la alegría y el resto de las emociones. Todas ellas están en la cabeza, nacen allí pero, a pesar de ello, no somos lo que sentimos, nuestra conciencia no es parte de la mente, está fuera de ella. Somos mucho más que lo que sentimos pero nos identificamos con nuestros sentimientos y ese es el error que cometemos. Debemos encontrarnos mirando desde fuera hacia nuestro interior.

   Tenemos la capacidad de disfrutar de todo en la vida y para eso necesitamos tener más percepción de lo que sucede en ella, conocer nuestras emociones en cada momento para vivirlo conscientemente y adquirir todos los conocimientos que nos proporciona, aprender de ese instante.

Resultat d'imatges de la conciencia esta fuera de la mente

   En la conciencia encontramos nuestro verdadero yo, es algo que siempre está ahí, siempre tenemos conciencia, lo que ocurre es que la inconsciencia es más grande y logra imponerse. Sólo podremos saber quien somos si logramos superar a nuestra inconsciencia y esto solo se consigue estando presentes y despiertos a lo que sentimos.

   No somos sentimientos ni emociones porque son pasajeros. Ahora estamos contentos pero dentro de un rato podemos llorar porque una emoción nueva ha nacido en nuestra mente por algún motivo. Si hace un día de sol radiante estamos animados pero si hace frío y llueve no nos apetece ni salir de casa. Es por esto que identificarnos con lo que sentimos no es lo correcto para llegar a conocer quienes somos en realidad, solo lo sabremos viviendo cada emoción en cada instante de una manera consciente, siendo auténticos.

Resultat d'imatges de el verdadero yo


   Ser auténticos es vivir lo bueno y lo malo conscientemente porque, lo que está pasando bueno o malo, es lo único, lo real, lo auténtico. Sólo lo auténtico puede reconocer lo auténtico.

   Existe una realidad y es la que vivimos, sólo esa, pero para sentirla hemos de ser conscientes, debemos encontrar nuestro auténtico yo.

   J.M.G.G.

martes, 15 de diciembre de 2015

ASÍ SOY...¿O NO?



   Cada uno de nosotros nos vemos a nosotros mismos de una determinada manera, tenemos un concepto propio que hemos venido formando a lo largo de nuestra vida gracias a las experiencias vividas. Tenemos una determinada autoimagen.

   Nuestra autoimagen nos indica lo que pensamos de nosotros mismos, como creemos que nos ven los demás y cómo nos vemos nosotros, nos indica la clase de persona que nos consideramos pero, es una imagen formada dentro de nuestra mente sin tener en cuenta la realidad o la imagen que otras personas tienen de nosotros, puede que ese concepto no coincida y tengamos una percepción propia que no se ajusta a la realidad.

   Todas las creencias formadas por nosotros mismos han creado nuestro ser mental, nos consideramos de una determinada manera y, esas creencias, se convierten en una verdad para nosotros, nos convence y llegamos a actuar conforme nos dicta esa verdad formada de nosotros.

   Los actos, conductas o incluso nuestras cualidades, están sujetas a una autoimagen. La vida cotidiana es un reflejo de la clase de persona que hemos concebido en la mente durante toda nuestra vida.

   Todo lo anterior nos lleva a tener un concepto propio que nos cuesta cambiar porque ya está muy arraigado en la mente. Una persona cuyo concepto de sí misma es, por ejemplo, el de alguien triste, actuará acorde a ese autoconcepto y las consecuencias de sus actos, llevados a cabo desde la tristeza de su mente, reforzarán la imagen que tiene de el mismo, confirmará su concepto de persona triste. Se convierte en un círculo vicioso de donde es difícil salir y cambiar la actitud.

Resultat d'imatges de AUTOCONCEPTO

   Todos tenemos la capacidad de cambiar la autoimagen y, en consecuencia, de afrontar la vida desde un concepto más objetivo de nosotros. A muchos, en alguna ocasión, nos han aconsejado que debemos pensar en positivo, pero el pensamiento positivo no se puede usar solamente en circunstancias externas. Eso está bien para aliviar un sentimiento o tomar una actitud en una situación concreta pero si no cambiamos nuestro autoconcepto, el pensamiento positivo es solamente un remiendo para nuestra autoimagen. De nada sirve pensar positivamente si nuestro propio concepto es negativo.

   Considero que lo verdaderamente importante es ser conscientes de la capacidad que tenemos los seres humanos de conocernos a nosotros mismos. No debemos conformarnos con el concepto creado por las experiencias sino aprender de ellas y no etiquetarnos a la hora de actuar o de tomar una decisión. La mente humana es tan inmensa que no podemos limitarla a un adjetivo, ya sea positivo o negativo, para definirla.


   La libertad es la única cualidad válida para nuestra autoimagen, con ella debemos actuar en la vida.

   J.M.G.G.

lunes, 14 de diciembre de 2015

EL SEXO COHIBIDO.




   

   Un hombre fue nombrado Juez de Paz en su pueblo. Cuando se enfrentó a su primer caso y comenzó el juicio le dio la palabra a una de las partes para escuchar su versión de los hechos. Una vez acabaron de hablar dijo el Juez "Bien, escuchad la sentencia.". El secretario del juzgado se quedó de piedra, se acercó al Juez y le preguntó "¿Qué está haciendo señor? ¡Aún no ha escuchado a la otra parte!
   El Juez miró al secretario seriamente y dijo "¿A la otra parte? ¿Pretende que me confundan? Todo está claro, si escucho a la otra parte me van a confundir y será difícil emitir una sentencia.

   La humanidad, desde mucho tiempo atrás, ha escuchado lo que la cultura, la religión o la propia sociedad le ha dicho que es la sexualidad, pero nunca ha escuchado a la otra parte, a él mismo, a su propia sexualidad. Solo conoce la versión impuesta, la que le han contado pero no ha dado oportunidad a expresarse a sí mismo y el resultado ha sido una sentencia totalmente injusta para la parte ignorada que es la propia sexualidad del individuo.

   Esto crea prejuicios, estamos renunciando a nuestros deseos, pensamos que hay cosas que podrían gustarnos pero somos nuestro propio Juez y no nos escuchamos porque sería muy difícil dictar una sentencia entre lo que nos han dicho que es lo correcto y lo que nuestro interior nos dice.

   Esto ocurre por no tener consciencia de nuestro interior, por no conocernos, por no despertar y ser conscientes de que quizás esté bien eso que nos han hecho creer que no es así. 

   Cuando hacemos el amor y somos conscientes de ese momento, de lo que estamos haciendo y de lo que sentimos al hacerlo es maravilloso. Si nos olvidamos de los prejuicios el sexo se convierte en algo maravilloso donde realmente nosotros ponemos el límite de lo que está bien y lo que no.

   Los condicionamientos en contra del sexo vuelven a las personas más sexuales y hacen que el pensar, desear o imaginar, se convierta en un problema, pero ese problema no es la sexualidad, es el condicionamiento antisexual que puede llevar a la mente a la perversión.


   Cuando somos conscientes de nuestra sexualidad, el acto sexual se transforma en una entrega total de los sentimientos y el placer de sentir a la otra persona en su entrega hacia nosotros, genera un momento de iluminación donde solo existen sensaciones indescriptibles. 

   Si estamos en contra del sexo, cada vez caeremos más en la trampa del propio sexo y todo lo que llevamos dentro, que es totalmente normal, lo veremos como algo sucio entrando en conflicto con nosotros mismos. Debemos dejar que la sexualida se convierta en una cualidad más de nosotros y si lo conseguimos encontraremos libertad.

   No quiero ofender a nadie con mi opinión y entiendo que no todos estarán de acuerdo conmigo en mi reflexión, pero creo que si entendemos esto nos daremos cuenta de que la sexualidad, en realidad, es un regalo que Dios nos ha dado y que, en mi opinión, ha sido tratada con gran injusticia por todas las religiones. Es por eso que el ser humano siempre ha tratado la sexualidad como algo represivo y de ahí que existan tantas personas que en su mente han creado ideas perversas. En realidad no es que Dios nos imponga condiciones en cuanto a nuestra sexualidad sino que las religiones han interpretado que es algo malo para el hombre cuando, en mi opinión, es todo lo contrario.



   El sexo es libertad, sin libertad el sexo sólo es una necesidad con condiciones.

   J.M.G.G.