En ocasiones no sabemos hacer la lectura adecuada ante una situación concreta. Esto pasa porque nuestra mente no está despierta pensamos que debemos actuar de una manera determinada cuando no es así.
A causa de la ira, de la tristeza o cualquier emoción, podemos llegar a pensar que estamos haciendo algo correcto y en realidad podemos estar provocando un daño o perjudicando a otra persona o incluso a nosotros mismos.
Los humanos tenemos una capacidad que es el discernimiento, es decir, ver las cosas como en realidad son en una situación concreta para actuar de una manera acorde a la misma. Si somos conscientes de lo que estamos viviendo seremos capaces de discernir correctamente en cualquier situación porque si no es así podemos tomar una decisión totalmente distorsionada.
Tenemos que ser capaces de pararnos, estar calmados y analizar la situación, solo así podremos discernir correctamente y llegar a aprender de cada momento, es decir, seremos más sabios. Cuando la mente está turbada por cualquier motivo, se nos hace mucho más difícil decidir adecuadamente y nuestros actos pueden ser incorrectos aunque pensemos que lo que hacemos está bien.
Voy a tratar de explicar esto con una historia:
Una noche, ya de madrugada, un hombre salió de una taberna tras haber estado bebiendo demasiado. De camino a su casa pasaba por la puerta de un cementerio y en esta había un cartel en el que se leía: " Toque la campana para avisar al vigilante." Al leer esto el borracho comenzó a tocar fuerte la campana haciendo un ruido espantoso. Al momento llegó el vigilante muy enfadado y reprendió al hombre diciendo "¿Por qué toca la campana a esta hora de la noche?" Pero a esto el borracho también muy enfadado le contestó "¿ Y por qué tienen aquí este cartel que me obliga a tocar la campana?"
Cuando nuestra mente no está consciente, cualquier decisión que tomemos, aunque pensemos que es la correcta, puede ser una decisión equivocada.
Seamos conscientes para decidir.
J.M.G.G.
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