Cuando las cosas no van como nos gustaría, cuando no nos sale algún plan o simplemente pensamos en nuestra vida, solemos sacar la conclusión de que esta no tiene sentido. Yo quiero proponeros algo para reflexionar y es que penséis si es la vida la que no tiene sentido o lo que no tiene sentido es cómo vivimos la vida.
Tenemos una manera de afrontar los problemas y es evitando pensar en ellos. Estamos convencidos de que es mejor no pensar para no sufrir, pero si miramos esto con detenimiento, resulta que es algo absurdo. Dejar de pensar es imposible. Cuando intentamos dejar de pensar en algo lo que estamos haciendo es pensar en no pensar y eso, en sí, ya es un pensamiento. No tiene ningún sentido.
Imaginaos una mujer que da a luz a su hijo. Ella tiene en su mente la imagen de un niño con pelo rubio y ojos azules pero, el bebé ha nacido niña con pelo negro y ojos marrones.No es lo que ella pensaba, la madre sufre, intenta imaginar que la niña es como ella se imaginó. No le gusta que sea como es y no puede aceptar a su hija e intenta ignorarla, no la ama. ¿Verdad que resulta una historia inverosímil?
Nuestros pensamientos son como ese bebé. Tenemos una idea de lo que queremos pensar y no aceptamos ningún pensamiento que no se ajuste a lo que queremos. Solo admitimos pensamientos que no nos hagan daño, que nos hagan sentir como nos gusta. Pero los pensamientos, igual que los bebés, nacen de nosotros, no podemos elegir lo que queremos pensar. Aunque no nos gusten, son nuestros pensamientos y tratar de ignorarlos solo nos produce sufrimiento. Una madre será feliz con su hijo sea como sea, lo aceptará y lo amará. Si aceptamos nuestros pensamientos seremos felices con ellos, son parte de nosotros e ignorarlos es inútil.
Cuando no aceptamos lo que pensamos sufrimos. No podemos hacernos cargo de ese sufrimiento y buscamos fuera un responsable de lo que nos pasa. Es como si la madre anterior responsabilizase a su marido de que el bebé no es como ella quería, lo culpase del sexo, de su pelo negro y sus ojos marrones.
Al ser responsables de nosotros mismos estamos haciendo algo así como asumir la culpa de lo que pensamos o de lo que vivimos, eso nos resulta muy difícil, por lo que optamos por lo más sencillo, que es buscar culpables fuera, esto nos puede hacernos sentir mejor pero no soluciona nada. Nuestros pensamientos o nuestras circunstancias siguen ahí y nos siguen haciendo daño.
Hemos de aprender a vivir nuestra vida sin más, no impedir que ocurra lo que ocurre y no buscar culpables. No vamos a lograr ser más felices culpando a los demás. Tenemos que ser conscientes de que el momento que estamos viviendo es el único en el que encontraremos la felicidad, lo que pasa es que este momento no nos va bien para hacernos cargo de nosotros, menospreciamos el presente y, por lo tanto, el momento en el que vivimos porque no es como pensamos, no nos gusta. Seguimos sufriendo con nuestra vida porque no queremos vivir esto que está pasando o porque estamos centrados en que no vuelva a pasar algo que vivimos en otra ocasión y no nos gustó.
Confundimos la felicidad con sentirse feliz. No es lo mismo. Si vivimos la vida plenamente, conscientes de cada instante de la vida, sintiendo y aceptando cada emoción que se produce en cada momento, estaremos encontrando la esencia que se esconde tras todo lo que sentimos: la felicidad. Una situación triste nos produce, lógicamente, tristeza. Ser capaces de sentir plenamente ese sentimiento, conscientes de la tristeza que vivimos, nos hace descubrir la esencia de ser plenamente felices. Evitar la tristeza sería intentar esquivar la realidad, dejar de vivir ese momento que es triste queramos o no y sufrir por la propia tristeza y por no poder deshacernos de ella. Nos da miedo sentirnos así pero es el único momento de nuestra vida en el que estamos, no existe otro y si lo aceptamos y lo vivimos tal y como es, nos convertimos en personas plenas y la felicidad es plenitud.
Vivimos con la idea de que nuestro pensamiento nos haga felices, deseamos no sufrir dolor pero la felicidad no es un pensamiento ni la tristeza se puede sufrir, solo se vive.
No hay que encontrarle sentido a la vida, simplemente hay que vivirla.
J.M.G.G.
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