Me gustaría ser perfecto, como a la mayoría de vosotros. Me encantaría ser una persona alta, bella, con buen concepto por parte de los demás, inteligente, etc. Todos tenemos en la mente la idea de la persona perfecta que nos gustaría ser y ese ideal de persona es tan perfecto que prácticamente es imposible de conseguir, pero tenemos ese estereotipo de persona gravada en nuestra mente, nos gustaría tanto ser así que nos sentimos decepcionados por no llegar a alcanzar la "perfección".
Nos relacionamos
con personas que nos dan la impresión de ser perfectas, pensamos que lo
tienen todo y eso nos lleva a avergonzarnos más aún por no ser capaces de llegar ser
como ellos. Todo es falso, nadie es poseedor de la perfección, no existe nadie
en el mundo sin defectos pero si existen personas que son conscientes
de sus carencias e incluso las utilizan en su favor para ser felices.
Cuando nos sentimos
inferiores al resto estamos menospreciando nuestra capacidades, sentimos que no
aportamos nada y que cualquiera está más capacitado que nosotros ante una
determinada situación. Nos estamos infravalorando y eso nos hace daño. Le damos más importancia a cualquier imperfección, por pequeña que sea, que ha todos las virtudes y cualidades que podamos tener.
Crecemos con esta
sensación de estar un escalón más abajo que el resto y no nos damos cuenta de
todo lo bueno que tenemos. Todas las personas tenemos defectos, absolutamente
todas, pero, de la misma manera, todos disponemos de virtudes que nos hacen personas
valiosas. Incluso nuestras imperfecciones pueden servir para conseguir algo
positivo de ellas en algo o para alguien, pero no somos conscientes de ello y tratamos de esconderlas. Esto nos provoca complejos, ansiedad o frustración. Todo depende de tener capacidad de aceptación hacia nosotros mismos y de
la actitud con la que afrontemos nuestras supuestas imperfecciones.
Todos somos
especiales y nuestros supuestos defectos son los que nos hacen únicos. Si
todo el mundo fuese perfecto todos seríamos iguales, como robots, sin ninguna
peculiaridad que nos diese ese punto de distinción que nos caracteriza a cada
uno de nosotros. Seguro que todos habéis dejado huella
en la vida de una forma u otra y posiblemente haya sido debido a lo que
consideráis defectos. Intentad pensarlo, es posible que aquella imperfección que te atormenta sea la que te hace especial ante el resto. Los sellos con algún defecto son los más codiciados.
Existe una historia
sobre un cántaro de agua que estaba decepcionado porque sus grietas hacían que
cuando su dueño llegaba a casa tras ir a buscar agua, sólo llegaba con la mitad
de su carga. Al cabo del tiempo le dijo al aguador que estaba avergonzado y se
sentía mal por no ser perfecto, a lo que su dueño le comentó que observase todas las flores que habían nacido en la orilla del camino gracias al agua que
iba dejando y que regaba cada día. Esas grietas que, efectivamente, no dejaban
que fuese un cántaro perfecto, si hacían que fuese especial y consiguieron que
el duro camino que, el aguador, tenía que hacer cada día fuese mucho más
agradable.
Todos tenemos
grietas que nos pueden avergonzar pero, si observamos, nos hacen especiales
por algún motivo y podremos estar orgullosos de ellas y son parte de nosotros. Gracias a esas imperfecciones eres quien eres y eso es muy hermoso.
Tus grietas te
hacen único. Ama a tus defectos y te amarás a ti. Piensalo.
J.M.G.G.
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