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jueves, 22 de octubre de 2015
PIEDRAS, CANTOS RODADOS Y ARENA.
Cada día de nuestra vida está lleno de actividades, de problemas a resolver, de asuntos de que ocuparnos. Tenemos la imperiosa necesidad de querer hacerlo todo y no sabemos por donde empezar. mientras estamos ocupados en algo pensamos cómo haremos lo que nos queda, es decir, nos pre-ocupamos. Y eso si no se nos presenta un imprevisto, entonces nos atrapa la urgencia por darle solución lo antes posible y poder seguir nuestra apretada agenda de ocupaciones.
Llega un momento en el que pensamos que no podremos con todo, que nos falta tiempo para realizar todo lo que debemos, lo que provoca no concentrarnos en cada asunto y hacerlo todo deprisa, por lo que llegan los errores, los olvidos, los fallos y el estrés.
No somos capaces de pararnos un momento a pensar, a ser conscientes de cada problema o asunto que debemos resolver. A dar prioridades a nuestras ocupaciones. Podremos dar a cada cosa la importancia que tiene y por lo tanto nos ocuparemos antes de lo más importe y de una manera ordenada. Es decir: Priorizaremos.
Al priorizar siempre seremos conscientes de la urgencia y la importancia de cada asunto y por lo tanto todo nos cabrá en la cabeza.
El psiquiatra y escritor argentino Jorge Bucay explica esto de una manera muy ilustrativa en una de sus historias o cuentos;
Un profesor de filosofía llegó un día a clase con una vasija de cristal del tamaño de una naranja grande más o menos. De debajo de la mesa sacó un recipiente con piedras de un tamaño medio y de formas irregulares.
El profesor preguntó a los estudiantes cuantas piedras pensaban que cabrían en la vasija. Cuando todos dijeron una cantidad el profesor comenzó a depositar piedras, de una en una de la forma más ordenada posible. Al poner la número catorce, todos los que dijeron ese número aplaudieron.
El profesor los felicitó pero se agachó y sacó otro recipiente con más piedras, aunque esta vez eran más pequeñas y de canto rodado. Las fué echando con cuidado en la vasija y las piedras fueron ocupando los huecos libres que quedaron entre las más grandes.
Los alumnos ante esto se sorprendieron y felicitaron al profesor por la ingeniosa ocurrencia pero este volvió a sacar otro recipiente más, ahora con fina arena la cual derramó con cuidado dentro de la vasija llenándola hasta arriba.
De esta manera el profesor demostró a sus alumnos la importancia de poner orden y priorizar.
Nuestra cabeza es como la vasija de cristal del profesor de filosofía. las piedras grandes son los asuntos más importantes, de los que nos debemos ocupar primero, una vez colocados nos cabrán los siguientes, los cantos rodados y tras estos la arena que son los asuntos mas insignificantes pero los que nos llenan la cabeza hasta arriba.
Es imprescindible seguir el orden de los asuntos, es decir, priorizar. si llenamos nuestra vasija de arena antes que el resto, no cabrán las piedras medianas y mucho menos las grandes que son las más importantes.
Es fundamental ser consciente de la importancia real de cada asunto que tenemos que tratar en nuestra vida para poder priorizarlos.
Para terminar os quiero contar la anécdota que cuenta el Propio Jorge Bucay sobre cuando realizó esta experiencia con estudiantes de una Universidad. Dice que cuando terminó y tenía la vasija llena de piedras y arena, un estudiante levantó la mano y preguntó si podía acercarse.
Llevaba un café de máquina en la mano y cuando llegó a la vasija, pidió permiso y derramó el café dentro de ella. Tras esto, Bucay le preguntó qué quería decir lo que había hecho y la respuesta fue de lo más original y a la vez de lo más sensata. El alumno dijo: "entre tantos asuntos y ocupaciones siempre queda espacio para un café".
Si priorizamos con orden cabrá todo en nuestra vasija.
J.M.G.G.
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