VIDA INTERNACIONAL DE LA SONRISA

 


    

   A veces la vida nos pone a prueba por la causa que sea, en mi caso estos tres últimos años han sido muy difíciles. Circunstancias duras. momentos muy complicados que aun hoy sigo viviendo, personas que nos anulan.
   Alguien un buen día se cruzó en mi camino y me hizo ver que determinadas cosas no se deben permitir, alguien que me escuchó y que, más que valorarme ella a mi, consiguió que me valorara a mi mismo, alguien de la que aprendí y que ha hecho posible que hoy sea una persona totalmente distinta, que no dependa de nadie en mi vida solo de mi mismo. Gracias a ella vivo junto a una persona que me ama por lo que soy y la que amo con toda mi alma, he aprendido a quererme, a relacionarme con gente maravillosa, a decidir y asumir las consecuencias de mis decisiones. Una de las cosas que más puedo agradecer a esta persona es que aprendí a sonreír ante las adversidades, algo que me ha ayudado muchísimo y me sigue ayudando porque es algo que hago cada día, es el mejor antidepresivo que existe, se puede adquirir sin receta médica y además es gratis.



   El motivo de contar mi experiencia personal es para intentar explicaros la importancia que tiene la sonrisa. como sabéis los que osáis leer mis publicaciones, siempre insisto en la importancia de sonreír. Estando contento o triste el simple hecho de poner una sonrisa en la cara nos contagia de buen rollo y relaja las tensiones.

   Ante un mal momento lo que yo intento es concentrarme en mis emociones y vivirlas: llorar si tengo que llorar, enfadarme si lo siento así, etc. Y cuando soy consciente de lo que estoy sintiendo me voy delante del espejo, me miro en él y sonrío, sonrío sin parar. Al principio pensarás que estás haciendo el tonto pero, conforme vas aguantando la sonrisa te irá cambiando el mal humor o la tristeza, la sonrisa se volverá más natural. A mi me pasa que al final acabo haciendo el payaso delante del espejo ¿Qué puede dar más alegría que un payaso?

 


   Por qué no intentáis un día sonreír a todas las personas con las que tratéis en el trabajo, en la tienda, en el banco, os daréis cuenta que la mayoría de la gente, ante una sonrisa perpetua que no se borra a pesar de la seriedad de la otra persona, os tratará más amablemente. Os sorprenderéis de lo contagiosa que puede llegar a ser una sonrisa.

   Supongo que a todos os gusta tratar con personas alegres, que os traten con una sonrisa. Puedo asegurar que se consigue mucho más sonriendo que con exigencias o protestando.

    

   Hoy Jorge, el chico que lleva la cafetería del trabajo, me ha dicho que era el día internacional de la sonrisa. Pienso que algo tan importante, mágico, casi milagroso no merece solo un día, os animo a celebrar conmigo la vida internacional de la sonrisa.
 
   Gracias por ayudarme a sonreír María.

   J.M.G.G.