Pasamos el tiempo pensando lo que podríamos hacer si dispusieramos de dinero, de amigos, un buen sueldo, etc. Nuestra mente está centrada en teorías que creamos nosotros mismos contando con medios de los que no disponemos. Estamos convencidos de que nuestra vida sería mejor así. Por eso nos sentimos desdichados al ver que no tenemos lo que necesitamos para ser felices. Nos hace daño lo que nos falta, o al menos eso creemos. Lo que realmente nos hace daño es lo que creemos que necesitamos.
Si seguimos con esa
creencia nunca llegaremos a tener una vida plena. Siempre habrá algo que nos
falte para ser felices, nuestra mente siempre echará algo en falta y seguiremos
buscando eso que creemos necesitar para tener una buena vida.
Pero ¿Qué es una
buena vida? Seguramente muchos dirán que es vivir comodamente, sin problemas
económicos o poder disponer de todo lo que se necesitamos cuando nos haga falta.
Sin duda esta es una buena manera de vivir, pero ¿Es suficiente para tener una
buena vida? Yo pienso que no.
La buena vida es un
concepto, una idea predefinida en la cabeza y que intentamos conseguir a toda
costa. Todo lo que no se ajuste a esa idea nos hace daño, nos hace infelices.
Vemos a otras personas, pensamos que ellas sí que viven bien y nos decimos que
es injusto, que también nosotros nos merecemos vivir así, ¿Quién asegura que la
vida de esas personas es tan buena? Solo sabemos lo que vemos pero no tenemos
detalles de la vida de los demás. Es probable que esas personas, a las que
miramos con envidia, tengan tantos problemas o más que nosotros. Quizás, si
pudieran, cambiarían su vida por la nuestra. Todo está en nuestra cabeza, en lo
que creemos y eso es lo que nos hace desgraciados.
Mi opinión es que
no hay una vida más buena que otra. La vida es solo una y la verdad es solo la
que existe. Nuestro error radica en buscar algo que no hay olvidando lo único
que es real, es decir, lo que tenemos, lo que vivimos, el presente.
Nuestra vida es la
misma tanto si anhelamos lo que no tenemos como si aceptamos esto mismo. La
vida no varía pero el tiempo si que pasa. De manera que no tiene ningún sentido
vivir lamentandonos de lo que nos falta y olvidando aquello de lo que sí
disponemos.
Al ser conscientes
de nuestra realidad podemos encontrar sentido a nuestra vida. Si aceptamos
podemos sacar todo el jugo a lo que tenemos, podemos disfrutar de lo bueno que
contiene nuestra vida y tendremos capacidad de cambiar lo que no nos hace bien.
Si aprendemos a
aceptar nuestra realidad, no nos hará falta fijarnos en la vida de nadie,
sabremos lo que queremos y que necesitamos en cada instante para sentirnos bien.
Si nos conocemos
podemos saber cuál es nuestra meta, tendremos claro a dónde queremos llegar y
seremos capaces de intentar conseguirlo sin renunciar a vivir cada momento de
nuestra vida. Si conseguimos alcanzar nuestro objetivo lo habremos disfrutado y
si no lo logramos lo habremos disfrutado igualmente. Eso, para mi, si es buena
vida.
Estar vivo es lo
que necesitamos para tener una vida plena, la conciencia y el presente, ya lo
tenemos, solo debemos saberlo y vivir.
J.M.G.G.
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