Ayer una persona me dijo que a ella no le gustaría volver a su infancia, que no es algo que le ilusionase y que le produce más curiosidad saber cómo será su aspecto y su vida cuando pasen unos 20 años. Por suerte para ella, lo segundo, tiene muchas posibilidades de cumplirlo, sin embargo volver a ser niños es imposible.
La mayoría de las personas recuerdan su infancia y la añoran, desearían volver a ser niños de nuevo. En su mente reviven los momentos en los que su obligación era ir al colegio y su preocupación sacar buenas calificaciones, de las demás ya se ocupaban los adultos ¿Por qué pasa esto? ¿no nos ilusiona nuestra vida actual?
Es bonito recordar los momentos de la niñez, acordarnos de amigos, juegos, anécdotas, etc. pero echar de menos esos momentos es una muestra de que, con los años, hemos ido perdiendo la inocencia y hemos escondido al niño para ser la persona adulta que nos corresponde, no sé por qué razón. Yo no he leído ninguna ley que imponga que a cierta edad no se puede jugar con los amigos y es obligación pensar y actuar de una determinada manera, dejando la inocencia aparte.
Lo que ocurre es que debemos comportarnos como nos han dicho que se debe hacer. Un adulto debe actuar y pensar como tal. A cierta edad ya no es normal hacer determinadas cosas y debemos centrarnos en nuestras obligaciones y ser personas respetables. ¿Acaso los niños no son personas respetables? ¿Por qué entonces, con un comportamiento similar, se deja de serlo con el tiempo? No tiene lógica y de ahí que se añoren aquellos años. Ahora nos han dicho que no podemos ser como niños y lo echamos de menos.
Por supuesto que de mayor tenemos otras obligaciones que nos hacen disponer de menos tiempo para el juego o los amigos. Es obvio que hay que atender asuntos que no eran responsabilidad nuestra cuando éramos niños. Pero esto no es razón para cambiar nuestra actitud en la vida. Si de niños éramos felices y todo lo hacíamos con ilusión, no veo la razón por la que, de mayores, debemos dejar de tener esa misma actitud.
Hagamos un ejercicio. Pensad que de pronto nos conceden el deseo de volver a ser niños, con las obligaciones y preocupaciones de cualquier menor. Muchos dirán que donde hay que firmar. Pero vamos a analizar la situación. Volveremos a una etapa preciosa llena de juegos, fantasía, sin nada de preocupaciones fuera del colegio. Pero ¿Y la vida actual? Nuestros hijos, amigos, compañeros. Dejamos nuestra casa, nuestra pareja, el trabajo que conseguimos con tanto esfuerzo. Toda nuestra vida actual se perdería para volver a vivir inocentemente. No tiene sentido.
Si lo que echamos de menos es lo felices que éramos de niños, lo más coherente es seguir siendo igual de felices de mayores. Si alguien no nos gusta, no jugamos con el. Si nos apetece estar solos, nos vamos a nuestro rincón y estamos solos. Si nos apetece conocer a alguien, vamos y le preguntamos cómo se llama, etc. No veo la razón por la que debemos dejar de actuar como niños sin perder todo aquello que tenemos hoy.
La inocencia es una actitud y nuestra actitud en la vida la decidimos cada uno de nosotros. Se puede ser feliz como un niño teniendo 40 años, ¿Quién y dónde dice lo contrario? Como dije al principio volver a ser niños es imposible pero ser como niños no lo es ni está prohibido. Está en nuestra mano y en nuestra consciencia.
Podemos ilusionarnos en saber cómo seremos en unos años, podemos llegar a ser niños con canas, podemos llegar a tener una niñez que dure toda la vida. No es necesario volver a ser niño si nunca dejas de serlo.
J.M.G.G.
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