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miércoles, 30 de septiembre de 2015
¡AY AY AY AY! CANTA Y NO LLORES.
¿Por qué siempre tengo que cocinar yo? ¡El vecino siempre hace ruido! ¡Estos políticos que tenemos cobran demasiado para lo que hacen! Quejas, quejas y quejas.
parece que no podemos vivir sin quejarnos. En el trabajo, en el supermercado, en casa, hasta en la propia familia siempre encontramos un motivo para estar molestos. Yo pienso: ¿ Para qué? No encuentro la necesidad de vivir enojados, ¿Que nos aporta esa actitud?
Cuando nos quejamos estamos llenando nuestra mente de emociones negativas, estamos poniendo una barrera ante nuestra propia realidad. Vivir quejándonos es vivir enfadados con el mundo, con la vida en general, en definitiva: nos hace infelices.
Os pongo un ejemplo ilustrativo de una situación que a mi siempre me ha llamado la atención: seguro que habéis visto algún partido de fútbol donde a un jugador, tras hacer una falta fuerte, el árbitro le ha sacado la tarjeta roja. Todo su equipo se va a por el colegiado para quejarse, se vuelven locos con él, se enfadan. Yo aun no he visto una situación así donde el árbitro de marcha atrás y decida readmitir al jugador expulsado. ¿De que sirven tantas quejas? El partido continua pero el rendimiento del equipo baja como es lógico al tener un jugador menos pero también por la tensión y las emociones negativas que se apoderan del resto de jugadores.
Con todo esto no quiero decir que tengamos que vivir indiferentes a todo, por supuesto que las cosas pueden molestarnos. Lo que quiero decir es que, a mi entender, lo más adecuado sería dejar de quejarnos y buscar solución a lo que nos molesta, si es que la tiene y está en nuestra mano, y si no tiene solución: ¿Qué sentido tiene quejarse?
Confundimos la queja con la reclamación cuando son cosas distintas. Cuando reclamamos estamos exigiendo algún derecho, en realidad estamos buscando una solución a algo que pensamos que no es adecuado o justo. Os pongo otro ejemplo: Llegamos a un hotel y nos dan una habitación en la que hay un cuadro que no nos gusta. Podemos quejarnos de lo feo que es ese cuadro pero perdemos el tiempo quejándonos de lo horrible que es en lugar de solucionar el asunto tranquilamente descolgando el cuadro. (tiene solución----no vale la pena quejarse).
En el mismo hotel, la misma habitación pero en esta ocasión el color de las paredes es espantoso, no nos gusta, nos quejamos de lo horrible que es ese color pero...obviamente no nos van a pintar la habitación a nuestro gusto por mucho que nos quejemos el color es el que es.( la solución no está en nuestra mano, no hay-------no vale la pena quejarse)
Mismo hotel, la misma habitación pero nosotros reservamos una cama de matrimonio y nos dan dos camas individuales. Bajamos a la recepción y reclamamos, intentamos solucionar el problema. Si se puede nos cambiarán la habitación (solucionamos la cuestión------no vale la pena quejarse), nos dicen que lo sienten pero que no tienen más habitaciones que en compensación nos incluyen el desayuno (no hay solución------no vale la pena quejarse y encima desayunamos gratis).
Mi pensamiento es que quejándonos estamos perdiendo mucho tiempo en nuestra vida. busquemos soluciones, reclamemos justicia pero seamos lógicos.
Quejarse es estar más pendiente de los demás que de uno mismo, refleja inseguridad en uno mismo, falta de consciencia, miedo, envidia. Quejarse es buscar escusas para evadir nuestras carencias.
Intentemos ser constructivos en nuestra actitud, vivamos plenamente nuestra vida sin quejarnos.
La solución es: que no vale la pena perder el tiempo sino vivirlo.
J.M.G.G.
martes, 29 de septiembre de 2015
DECIDE SER EL LÍDER DE TU DESTINO.
Esta mañana me desperté y decidí ir a trabajar en bici a pesar de que parecía que iba a llover. Decidí desayunar unos palitos de pan integral con algo de pechuga de pavo y a medio día al llegar a casa he decidido ver unos vídeos mientras comía algo, darme una ducha y ponerme a escribir esto.
Han sido algunas de las muchas decisiones que, igual que todos vosotros, he tomado durante el día, durante todo el mes y durante toda la vida.
Cuando tomamos decisiones hay personas que nos dicen que por qué hacemos tal cosa, que por qué no hacemos tal otra y muchas veces nos dejamos llevar por las opiniones de los demás. ¿Por qué hacemos esto? Pues sencillamente por miedo a lo que decidimos.
Las decisiones tomadas desde el miedo no son firmes, están cogidas con pinzas. Cuando somos conscientes de una decisión nadie debe ni puede influir en ella. Desde el miedo decidimos lo que no queremos: no quiero tener sed por eso decido beber agua (miedo a tener sed), no me pondré esta camisa porque no quiero verme gordo (miedo a lo que opinen los demás), no iré al médico porque no quiero que me diga que estoy enfermo (miedo a enfrentarse a la realidad). Desde la consciencia gestionamos nuestras decisiones y las tomamos porque sabemos lo que queremos: bebo agua porque quiero hidratarme (soy consciente de la importancia del agua para mi salud), me pondré esta camisa porque me gusta aunque me hace un poco gordo (soy consciente de mis gustos a pesar de las opiniones), iré al médico porque quiero ponerme bien por mi y por los que me rodean (soy consciente de que quiero vivir).
Hoy he decidido ir en bici al trabajo porque he decidido que quiero hacer ejercicio y sentirme bien. Podría haber llovido y lo que hubiera pasado es que me hubiese mojado pero mi decisión era firme y asumí las consecuencias. Otro podría haberme dicho que para que arriesgarme si podría haberme ido en metro pero esa no hubiese sido mi decisión sino la suya y es muy válida para él y muy respetable pero mi decisión ha sido la contraria.
Hoy he escuche algo muy interesante que tiene relación con esto. "Debemos ser líderes de nuestros pensamientos". Si decidimos algo somos nosotros los que hemos pensado actuar así y debemos defender la decisión sin entrar en discusiones ni explicaciones con otras personas que no están de acuerdo. Mi decisión es eso: mi decisión y puede que no sea la correcta para ti, pero es que no es tu decisión. Soy el líder de lo que pienso y un buen líder debe estar seguro de lo que lidera.
La vida está llena de decisiones más importantes o menos si las tomamos sin miedo nuestra vida sería más fácil
Cuando decidí crear este blog algunas personas me decían que era una tontería, aun hoy se ríen de los temas que escribo. Yo decidí hacerlo y seguiré escribiendo porque lo he decidido, porque me encanta escribir y que lean lo que escribo, porque quiero reflejar mis pensamientos aquí y si ayudo a alguien mejor. Seguiré haciéndolo hasta que conscientemente decida dejarlo, hasta entonces me reiré con ellos de mis temas. Sacar una sonrisa es un buen motivo para continuar.
Es mejor decidir desde el amor y no desde el miedo.
J.M.G.G.
lunes, 28 de septiembre de 2015
PROBLEMAS: PASEN EN ORDEN.
Hay días que tenemos la sensación de que no podemos con todo. A nuestros problemas de cada día, los propios, se les unen los de las personas cercanas. Nos auto-imponemos la obligación de ayudar a la gente que queremos. Nos llegan noticias de conocidos a los que no les va bien por la razón que sea o que se han puesto enfermos y eso también nos afecta. Al unirlo todo nuestra mente se colapsa de emociones negativas y los pensamientos no paran de rondar por nuestra cabeza.
Las inquietudes nos provocan ansiedad, temores, emociones intoxicadas de negatividad, estrés y desde esa actitud negativa no vamos a ser capaces de afrontar los problemas con la serenidad necesaria para encontrar una posible solución,
Lo primero que deberíamos hacer es respirar, ser conscientes de los problemas reales y los que nos estamos creando sin fundamento, debido a la tendencia que tiene nuestra mente a negativizar los pensamientos cuando las malas emociones nos invaden.
Una vez identificados los problemas e inquietudes reales, tendríamos que ser capaces de clasificarlos ¿Tiene solución el problema? Si es así ¿Está en mis manos la solución? Deberíamos ser capaces de priorizar la urgencia y la importancia sabiendo que solemos dar a algunos problemas más importancia de la que tienen en realidad.
Si ya hemos identificado y clasificado los asuntos que nos inquietan, ahora sabremos a cual podemos dar una solución o intentar dársela y la prioridad que le hemos dado. En ese momento podemos ocuparnos del asunto. Tendremos todo nuestro pensamiento en esa cuestión en particular y será mas sencillo abordar el tema ya que no nos interferirán el resto de cuestiones, "esperaran su turno". Si dejamos nuestra mente libre de problemas en los que no tenemos posibilidad de ayudar, si somos conscientes del asunto en el que estamos ocupados, solo tendremos esa cuestión en la cabeza, las emociones negativas las dejaremos a u lado y todo lo veremos con más claridad.
Hacer esto no es fácil pero ¿Qué más podemos hacer? Claro que nos gustaría poder solucionar todo pero es imposible sin serenidad y orden, debemos tenerlo claro.
Conseguir la serenidad necesaria es posible si nos paramos ante los problemas y dejamos nuestra mente en calma, respiramos despacio y nos hacemos presentes en el momento que estamos viviendo encontrando nuestra paz interior, es decir, meditando.
Es imposible abstraerse de los problemas cotidianos, de las pre-ocupaciones por las personas que nos importan incluso por las que no conocemos. Muchos viven con la necesidad de ayudar y eso es una cualidad humana maravillosa pero, tenemos que gestionar bien esa necesidad de ayudar y tener claro que solo se puede solucionar lo que tiene solución. Si no lo hacemos nuestra ansiedad, nuestras emociones negativas se convertirán en otro problema añadido.
Cuando Tengamos la sensación de que los problemas nos superan y que no podemos con todo, respiremos profundo, seamos conscientes de que es lo que nos pre-ocupa y meditemos. Lo veremos todo más claro desde la serenidad.
Para terminar quiero recordar algo fundamental en la vida, algo que nos ayudará a no sucumbir a los problemas, algo tan sencillo y tan mágico como SONREIR.
J.M.G.G
viernes, 25 de septiembre de 2015
ME AMO CARIÑO.
¿Donde está el límite del amor? ¿Es el amor más valioso que nuestra propia vida? En el amor no es legítimo todo. Nosotros somos los dueños de nuestra vida y creo que no debemos hipotecarla al amor por nadie.
El amor es algo maravilloso cuando nos hace felices, si es correspondido, pero muchas veces nos hacemos esclavos de una ilusión. Cuando nos enamoramos pensamos que todo va a ser maravilloso y que siempre va a ser así. La relación avanza y se toman decisiones como buscar una vivienda, convivir juntos en matrimonio o fuera de él, llegan los hijos, pero pasado el tiempo: ¿Es todo cómo imaginábamos cuando estábamos enamorados? ¿Se están cumpliendo lo que nos hacía tanta ilusión?
Lo ideal es que con la evolución de la pareja el amor evolucione con ella y no siempre lo hace favorablemente para los dos. La vida nos pone obstáculos a todos y cada uno de nosotros somos dueños de nuestras vidas, decidimos que y como la vivimos.
A veces es difícil tomar decisiones como poner fin a una relación y más aun si hay niños, pensamos que es un fracaso, que no es lo que soñábamos cuando decidimos dar el paso de vivir juntos. Luchamos para salvar la relación pero una relación es cosa de dos y si los dos luchan y sigue habiendo amor lo más probable es que se solucionen los problemas, pero uno solo es imposible que pueda solucionar nada aunque sienta mucho amor por la otra persona, lo único que podrá hacer es seguir con la convivencia pero el amor no correspondido es muy difícil de sobrellevar.
En este punto debemos valorar qué queremos. Debemos tener claro que la vida está llena de decisiones y que todas ellas tienen consecuencias.
Si decidimos seguir dándole nuestro amor a una persona que no nos aporta amor, que no nos valora, que no nos respeta, que nos ignora, etc. Esa decisión tiene consecuencias: Vivir sin amor de pareja, vivir con temor o en la rutina, en algunos casos vivir con palizas o faltas de respeto continuas.
Si decidimos terminar la relación las consecuencias pueden ser la desilusión, el sentimiento de culpa por los hijos, pensaremos si estamos haciendo lo correcto, etc. Debemos tener muy claro esto y cuando tomemos la decisión ser conscientes pero debemos decidir aceptar la decisión tomada con valentía.
Mi opinión es que es algo muy difícil, el miedo a lo desconocido es fuerte pero hay veces en que hay que tomar las riendas de nuestras vidas, nadie tiene derecho a decidir por nosotros. Se pasa muy mal antes de decidir una separación de pareja.
Yo pienso que siempre se debe luchar por la salvar la relación pero nunca hay que aguantar cuando está claro que la misma no va a ningún sitio.
Tenemos que valorar nuestra vida. Hay un amor mucho más importante que el amor a otra persona y es el amor a uno mismo, tenemos que querernos tratarnos a nosotros mismos como nos gustaría que nos trataran, somos la persona más importante de nuestra propia vida, sin nosotros mismos simplemente nos morimos, es así.
Podemos amar a nuestras parejas, podemos querer con locura a nuestros hijos pero si no nos amamos a nosotros mismos... ¿Cómo vamos a amar a nadie?
Vivamos nuestra propia vida. ADELANTE.
J.M.G.G.
miércoles, 23 de septiembre de 2015
IGNORAR ES DE SABIOS.
Somos seres libres, así nos consideramos pero en realidad estamos presos de nuestros pensamientos, de nuestra experiencia pasada, de nuestros ideales o creencias, muchos se conforman con eso porque les da seguridad. Acumulamos conocimientos de las vivencias y supuestamente aprendemos de ellas pero no es así ya que lo hacemos desde unas ideas preconcebidas desde nuestras experiencias y por lo tanto lo que estamos haciendo es seguir acumular, pero nunca aprender.
Es difícil de entender pero trataré de explicar esta reflexión.
Pienso que para aprender, nuestra mente debería estar libre de prejuicios, de ideales creados en nuestro pasado. Aprender es conocer algo nuevo con todos nuestros sentidos y solo se consigue cuando nuestra mente está libre, en quietud total y dispuesta a recibir los nuevos conocimientos sin ningún tipo de condicionamiento que enturbie lo que estamos viviendo.
También es necesario no hacer comparaciones si es que queremos aprender realmente. Las comparaciones generan envidia, competencia y frustración, por consiguiente las comparaciones al final solo nos provocan miedos.
Solemos vincular el conocimiento con la sabiduría cuando no tienen nada que ver las dos cosas. La sabiduría la alcanzamos cada uno de nosotros independientemente de los conocimientos que tenemos acumulados en nuestra memoria. A la sabiduría llegamos desde la libertad mental y el conocimiento siempre estará influenciado por creencias propias o puntos de vista de quien nos proporciona los conocimientos.
Igualmente cuando aprendemos de nosotros mismos no lo hacemos desde los conocimientos que guardamos. Solo se puede aprender desde el presente ya que solo podemos aprender lo que no conocemos y por lo tanto nunca del pasado. Todo lo pasado es conocimiento acumulado y no aprendizaje. Se puede decir que aprender desde el presente es conocer nuestro verdadero yo desde la libertad de prejuicios.
Tampoco podemos aprender siguiendo las directrices de un guía ya sea persona, creencia o Dios. Para aprender debemos estar en libertad de pensamiento, es algo fundamental porque si no el aprendizaje estaría condicionado a un ideal ajeno.
La gran ironía de todo esto es que si queremos aprender necesitamos estar alerta, presentes y conscientes pero a la vez necesitamos la inconsciencia mental, la libertad absoluta para que lo que aprendemos sea puro, sin prejuicios formados con conocimientos adquiridos con nuestra experiencia vital.
Liberar la mente nos hará sabios.
J.M.G.G.
lunes, 21 de septiembre de 2015
¿ME OYES? PUES ESCÚCHAME.
Escuchar. Cuando nos hablan ¿escuchamos u oímos? Alguien pensará que es lo mismo, que es eso que hacemos con los oídos. La vibración del tímpano ocasionada por las ondas convertidas en señales que interpreta el cerebro. Así oye el ser humano y casi todos los animales.
Pero escuchar es algo más que eso, es entender y sentir lo que oímos, significa no pensar, no juzgar, poner toda nuestra atención en lo que nuestro cerebro percibe. Es lo que nos diferencia del resto de seres vivos, tenemos la gran suerte de disfrutar escuchando.
Tenemos la capacidad extraordinaria de poder escucharlo absolutamente todo, incluso el silencio escuchado sin interrupciones internas, sin obstáculos mentales, es algo bello.
Pero es muy difícil escuchar. Para escuchar necesitamos estar conscientes de lo que estamos escuchando y para eso hemos de dejar todos nuestros pensamientos a un lado, todos nuestros prejuicios, estar en paz y con la mente totalmente abierta al mundo que nos rodea.
Cuando conseguimos abstraernos de nuestros pensamientos y escuchamos: el canto de un pájaro nos puede emocionar, podemos disfrutar del ladrido de un perro, hasta el ruido del tráfico de la calle se puede llegar a interpretar como aquello que hay inmediatamente antes del silencio más sereno y tranquilo, y que decir de escuchar la música que nos gusta o incluso la que no. Escuchar es maravilloso.
Escuchar atentamente a alguien, sin juzgar lo que dice, sin intoxicar lo que nos está confesando con nuestros argumentos, sin comparar lo que nos está diciendo con nuestra forma de pensar. Cuando somos capaces de hacerlo nos convertimos en seres llenos comprensión. La persona que nos habla se siente aceptada y las relación se convierte en un remanso de complicidad que une a ambos con lazos de comprensión y agradecimiento.
Si somos capaces de no juzgar y escuchar a otra persona seremos capaces de escucharnos a nosotros mismos y por consiguiente estaremos en disposición de encontrar nuestras emociones, nuestros miedos y nuestros complejos, seremos conscientes de ellos y nos entenderemos sin compararnos con nada ni nadie, podremos identificar nuestros prejuicios, en definitiva, escucharnos es hacer un viaje a nuestro interior con las maletas vacías para regresar con estas llenas de conocimientos de nosotros mismos.
Repito que es muy difícil escuchar, es de las cosas más difíciles que puede haber porque vivimos en un mundo lleno de estrés, de competencia y de lucha constante, pero poder llegar a escuchar algo que el ser humano necesita con urgencia.
Hoy os propongo que usemos nuestros oídos para algo más que para oír. Usemos nuestros oídos para entendernos y llegar a ser lo que, en teoría somos, HUMANOS.
J.M.G.G.
domingo, 20 de septiembre de 2015
ABRA CADABRA PATA DE CABRA
Solo se trata de estirar los labios de manera que se vean los dientes pero un gesto tan sencillo como ese tiene un poder casi mágico. Se llama sonrisa, si sonreír es mágico.
Nos cuesta mucho sonreír, nuestra vida diaria llena de preocupaciones y estrés, el modo de vida imperante nos obliga a competir constantemente, tenemos que ser los mejores para tener una vida cómoda como hemos soñado. No podemos perder el tiempo en tonterías así que seriedad y manos a la obra porque si no alguien se me adelantará y ya no podré ser feliz.
Se puede vivir regalando sonrisas, podemos conseguir nuestros sueños sonriendo, ¿por qué no? Y no solo eso, si sonreímos nuestro ánimo para vivir el día a día se fortalecerá.
Es tan fácil como levantarse por la mañana, mirarnos al espejo y realizar el ejercicio que os indiqué al principio. Aunque no nos apetezca, a pesar de que sepamos que nos espera un día duro, si no nos apetece sonreír tendremos el motivo perfecto para hacerlo ya que esa apatía es síntoma de que necesitamos algo de ánimo. Aunque no tengamos ganas debemos sonreír.
Algunos pensarán que lo que digo es una tontería y la verdad es que tienen razón, Es la tontería más grande que existe. ¿Sonreír va a conseguir que cambie mi vida de vértigo? Bueno, es tan fácil como probar y mirarnos al espejo sonriendo 10 segundos cada mañana.
¿Habéis visto cuando un bebe se ríe? Esa risa en contagiosa, a todos nos alegra ver esa sonrisa inocente. Pues ¿Sabéis? todos tenemos ese poder, no lo perdemos con los años.
A todos nos gusta que nos traten con una sonrisa, ¿Por qué no nos tratamos a nosotros mismos así?
Esa sonrisa es mágica, nos levantará el ánimo y cuando lo comprobeis pensad... por qué no mantener esa sonrisa todo el tiempo posible. Cuando se trata a otra persona con una sonrisa conseguimos hacer la magia con ella, y ¿por qué? pues por que a todos nos gusta que nos traten con una sonrisa.
Sonreír es gratis, es fácil, nos hace la vida más alegre, nos abre puertas, ¿No creéis que es mágica?
Os lo digo con una sonrisa.
J.M.G.G.
sábado, 19 de septiembre de 2015
MOMENTAZO IRREPETIBLE
Que importante es sentirse bien con uno mismo. Cuando somos conscientes de que tenemos lo que necesitamos y no lo que nos gustaría tener, no se si me explico. No me refiero a tener lo que deseamos como puede ser mucho dinero, un coche espectacular o una casa fantástica con todos los lujos. Eso son sueños banales, Me refiero a ser conscientes de que en el momento que estamos no nos hace falta nada más de lo que tenemos y lo que hay nos hace estar satisfechos de nuestra vida.
Permitirme hablar en primera persona. En este momento, por ejemplo, estoy sentado escribiendo esto y me encanta, con mi hija en la habitación jugando contenta y esperando que llegue mi pareja de trabajar para comer los tres juntos en nuestra modesta casa. Todo esto me llena de paz, lo disfruto y lo vivo con todos mis sentidos. En este momento es lo que tengo, me encanta y lo vivo.
Por supuesto que podría desear más cosas, echo de menos a otras personas que me hacen mucha falta pero que por alguna circunstancia no están. El ser humano por naturaleza siempre queremos más pero si aceptamos el momento en el que estamos tal y como es, todo lo demás pasa a un segundo plano porque no es parte de nuestra vivencia presente.
Como siempre os digo vivir este instante como lo que es: único, nos hace ser conscientes de que lo que tenemos en este momento nos llena de una emoción agradable y la vivimos y la sentimos plenamente.
Puede ser que la situación fuera otra y que estuviera solo o enfermo. Una situación mala también se tiene que vivir conscientemente. Para estas ocasiones es importante identificar lo que estamos sintiendo; tristeza, ira, dolor. etc. Si las controlamos seremos capaces de vivir esa situación de una manera más serena, lo que nos llevará a encontrar salidas a un problema, mitigar el dolor o vivir una enfermedad con más fuerza mental y física.
Debemos dar gracias por cada momento que vivimos sea del tipo que sea y ser capaces vivir desde el positivismo, No se trata de ser conformistas sino de aceptar y agradecer para llenar nuestra vida de emociones positivas que nos ayudarán a seguir progresando hacia la felicidad.
Yo voy a disfrutar este momento ahora mismo, dentro de un minuto ya será otro.
J.M.G.G.
jueves, 17 de septiembre de 2015
AL MAL TIEMPO.......DECIDO VIVIR
Tenemos prisa, hemos quedado y de pronto...¡¡¡ Dios mio!!! un atasco, ¿ Pero que pasa? Tocamos el claxon como si eso fuera a regular el tráfico más rápido. El tiempo pasa y no se mueve. Nos ponemos nerviosos, el corazón se acelera, nos entra ansiedad y nos enfadamos.
Esta situación nos ha provocado emociones negativas que nos hacen daño. Estamos pensando en la persona que nos espera. ¿Se enfadará?. Nos sentimos culpables, "si hubiera salido antes no estaría en este atasco". La incertidumbre hace que ese momento nos llene de ansiedad.
Incertidumbre, no podemos vivir con esa sensación, tenemos que tener nuestra vida bien programada.
Ahora pensemos en la misma situación con las mismas circunstancias pero me centro en el momento en el que estoy. Tengo la misma prisa, pero soy consciente que el atasco está ahí y que si toco el claxon no va a servir de nada.
Bien, me están esperando, si, cuando llegue a la cita le explicaré lo que ha pasado y seguro que lo entenderá, no para nada.
Pienso que es un buen momento para escuchar música o si voy con alguien podemos hablar tranquilamente. Los coches van a seguir hay igualmente.
Cuando nos centramos en el momento que estamos viviendo solo y exclusivamente en ese momento, nada tiene importancia porque no existe. La hora a la que salimos de casa ya pasó, ahora estoy en el coche y da igual lo que pasó hace un rato, es tan importante como lo que pasó la semana pasada.
Si pensamos que pasara cuando lleguemos lo que estamos haciendo es imaginar algo que no sabemos, ¿que sentido tiene? lo único cierto es que estoy en ese coche parado, soy consciente de mis emociones y como las reconozco soy capaz de manejarlas.
Al ser conscientes de las emociones que sentimos cada momento somos capaces de decidir como quiero vivir cada instante de mi vida y lo que es mejor, lo disfrutaré porque seré consciente de lo que siento cuando disfruto.
Todo está relacionado: la inconsciencia genera emociones negativas instintivamente y estas producen malestar incluso enfermedad. Todo lo contrario pasa cuando estamos presentes en el ahora e identificamos nuestras emociones ya que seremos nosotros los que las controlaremos y por nuestro propio bienestar decidiremos lo que a todos nos gusta: ser felices.
J.M.G.G.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
AMOR. SACRIFICIO. PERDÓN.
Este vídeo es impresionante,
El amor por un hijo es capaz de soportar las situaciones más duras, no importa el pasado, ni las dificultades que la vida nos pone.
El amor, si es puro, no conoce de sacrificios. El ser humano puede llegar a realizar acciones que nunca nos hubiéramos por un ser amado,
La familia unida forma un núcleo de amor inconmensurable cuando el respeto y sobre todo el perdón son protagonistas. A un hijo se le perdona todo pero siempre desde el amor mutuo.
Disfrutad de esta conmovedora historia que pone los pelos de punta.
Siempre os querré hijos, a pesar de todo.
martes, 15 de septiembre de 2015
IMBECIL
Es una norma de educación básica, el respeto a los demás es algo imprescindible para una convivencia digna entre todos. Esto lo podemos ver lógico entre personas civilizadas, incluso en las tribus más inhóspitas el respeto mutuo entre sus miembros es algo primordial.
Dicho esto puede resultar increíble que en una relación de pareja se pueda llegar a faltar el respeto de una manera rutinaria. Pues si: pasa.
Todos sabemos de casos extremos en los que los malos tratos son habituales en la pareja, las noticias nos sacuden cada poco tiempo con asesinatos cobardes por violencia doméstica. Estos, como he dicho, son por suerte casos extremos pero se dan con demasiada frecuencia.
No solo las palizas son formas de maltrato, los insultos constantes pueden hacer mucho daño y lo peor es que no dejan marcas visibles pero al que padece esas faltas de respeto le ocasiona un daño en su autoestima enorme, una anulación como persona de la que se es muy difícil salir.
Yo me pregunto si las personas que tratan así a sus parejas realmente las aman y en caso de que así sea: ¿Qué concepto tienen del amor?
Cuando un hombre o una mujer basan su relación en el insulto o en constantes faltas de respeto, normalmente no lo hacen en privado, los hijos son testigos de los mismos y por norma general víctimas de esa actitud. Si un niño crece en un ambiente donde a un ser "querido" se le trata de manera humillante sistemáticamente, aprenderán que esa actitud es la normal, lo que me hace pensar: ¿Cómo tratarán esos menores a todo el que se cruce en su camino durante la vida? Si un niño crece viviendo como su madre ridiculiza, insulta y menosprecia a su padre, o viceversa ¿De qué manera entenderá que debe tratar a una futura pareja sentimental?
Por lo que he podido vivir y conocer, cuando una persona trata así a su pareja normalmente justifica esa actitud en su forma de ser, quitando importancia y haciendo ver al receptor de los insultos que esa actitud no es anormal. Usan frases como "Yo siempre he sido así y no voy a cambiar ahora". Hacen ver que el culpable de los insultos es la otra persona, lo que provoca la merma de confianza en si misma debido al sentimiento de culpabilidad y que la convivencia sea insostenible.
Ante este panorama, en una familia donde debería reinar el amor y el respeto lo que impera es el insulto y la falta del mismo, lo que provoca una más que probable ruptura familiar con el sufrimiento añadido de los niños.
Aunque no lo parezca,la decisión de romper una relación de leste tipo es muy difícil. Siempre nos produce temor lo desconocido a pesar de que lo que dejamos atrás sea dañino para nosotros.
Da miedo la soledad, la inseguridad y la desconfianza adquirida con el trato recibido hacen que el futuro se vea con incertidumbre y probablemente se necesite de alguien para abrir los ojos ante una situación que no se ve.
Se puede salir de esa situación, ante todo debemos tener amor propio y no dejar que nadie anule nuestra personalidad. Este maltrato silencioso duele y nuestra vida es demasiado valiosa para perder el tiempo curándonos la heridas.
La decisión puede tener consecuencias como todas las decisiones pero hay que luchar y saber que se puede vivir con amor y con respeto, que esas sensaciones, por suerte, están mas cerca de lo que se piensa y cuando se descubren es algo tan maravilloso que nos preguntamos como hemos podido aguantar tanto viviendo sin ellas.
Como dije al principio es una cuestión de educación y sobre todo de respeto a los demás. Algo muy sencillo pero que algunas personas no lo practican ni tan siquiera en su propia familia.
Se de lo que hablo.
J.M.G.G.
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