HAN MATADO A JEFF

   Hay situaciones a lo largo de la vida que nos provocan un sentimiento inconsciente y a la vez natural o normal que es el enfado. Cuando estas situaciones nos resultan más graves o persistentes pueden hacernos llegar a un nivel de enfado mayor que es la ira.

   En el libro de la autora Elsa Punset titulado "Brújula para navegantes emocionales", el cual os recomiendo sobre todo a los que tenéis hijos, he leído un relato que es un gran ejemplo de gestión inteligente de los sentimientos de ira:

   - Hace cinco años un chico inocente murió en un tiroteo entre traficantes de drogas a las puertas de su colegio de Nueva York. La directora, Ada Mitchum, se reunió con sus compañeros y amigos. "¿Cómo os sentís?, les preguntó. "Yo estoy tan enfadado, contestó uno de los chicos, que tengo ganas de quemar todos los coches de la pandilla que mató a Jeff". "Bien, bien, contestó la directora, pero yo creo que podéis estar aún más enfadados". "Pues yo estoy tan enfadado que iría a sus casas y los echaría de la ciudad", dijo otro chico. "Bien, bien, dijo ella, pero yo creo que podéis estar aún más enfadados . Podéis estar tan enfadados que decidáis terminar el colegio, ir a la universidad, estudiar derecho y ser los abogados y los jueces que metan en la cárcel a las personas que han matado a Jeff".

   A mi me parece un ejemplo de control, Pero saber controlar las situaciones de ira es algo muy difícil. Cuando sentimos ira y nos dejamos llevar por ella es como si perdiéramos la conciencia de la situación y las consecuencias pueden ser contraproducentes para nosotros.
                 


   En mi opinión debemos ser pacientes e intentar valorar cada situación, no ser víctima de la ira, ser conscientes de ese momento que nos está poniendo a prueba, es complicado pero si dejamos pasar ese momento y valoramos las posibilidades, tomaremos consciencia poco a poco de la situación, la ira se irá mitigando y tendremos más probabilidades de encontrar una solución justa sal conflicto.

J.M.G.G.